La llegada de Octubre nos trae días más largas y mejores temperatura, un combo ideal para sembrar nuevas plantas y darle vida a nuestro jardín o balcón.
Octubre es ideal para planificar las cosecha y colores vibrantes en los próximos meses.
Las 3 Plantas clave que debés sembrar en Octubre
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La llegada de Octubre nos trae días más largas y mejores temperatura, un combo ideal para sembrar nuevas plantas y darle vida a nuestro jardín o balcón.
Esta época es ideal para llenar el jardín de color y si soñas con tener tus propias verduras frescas esta nota es para vos.
Tomate (Solanum lycopersicum) : No hay huerta sin tomate. Si bien es posible comenzar su siembra en almácigos desde fines de invierno, octubre es el mes perfecto para trasplantar los plantines o iniciar la siembra directa en climas más templados.
Tip de siembra exitosa:
Ubicación: Necesitan al menos 6 horas de sol directo diario. ¡El sol es su combustible!
Soporte: A medida que crezcan, las plantas de tomate requerirán un tutor o estaca para sostenerse y evitar que los frutos toquen el suelo.
Albahaca (Ocimum basilicum): La albahaca no es solo una hierba deliciosa, sino una aliada fundamental en la huerta. Es sensible al frío, por lo que su siembra o trasplante en octubre es crucial para que desarrolle todo su potencial en primavera y verano.
Tip de siembra exitosa:
Socio Perfecto: Plantá albahaca cerca de tus tomates. Funciona como un excelente repelente natural para ciertos insectos que afectan al tomate, mejorando, según muchos jardineros, incluso su sabor.
Poda: Para que crezca con más fuerza y frondosidad, pellizcá las puntas de las ramas (las flores). Esto promueve el crecimiento lateral y evita que se "espigue" rápidamente.
Girasol (Helianthus annuus): Si buscás un impacto visual instantáneo y un toque de alegría para tu jardín, el girasol es tu elección de octubre. Sembrar ahora te garantiza esas majestuosas flores amarillas justo a tiempo para el apogeo del verano.
Tip de siembra exitosa:
Directo al Suelo: El girasol no tolera bien el trasplante. Lo mejor es sembrar las semillas directamente en el lugar definitivo, a una profundidad de unos 2 o 3 centímetros.
Aves Amigas: Si tenés problemas con aves que se comen las semillas, podés proteger la zona de siembra inicial con una malla o sembrar unas pocas semillas extra para compensar las pérdidas.