En búsqueda de eficiencia energética, hay uno de los electrodomésticos que sigue generando consumo de electricidad en el hogar, incluso cuando está apagado.
Aunque algunos electrodomésticos parezcan apagados, siguen utilizando electricidad mediante el llamado modo espera o stand by. Este fenómeno, conocido como consumo vampiro, representa un gasto silencioso que afecta la factura mensual. Y entre todos los aparatos, hay uno que lidera el consumo oculto en la mayoría de los hogares argentinos.
El televisor, en especial los modelos Smart TV, es el electrodoméstico que más electricidad consume incluso estando apagado.
Este equipo, presente en prácticamente todas las casas, mantiene un flujo constante de energía para estar listo al instante cuando se activa el control remoto.
Además, muchos televisores modernos permanecen conectados a internet para actualizar aplicaciones o sincronizar servicios, lo que incrementa su consumo incluso cuando no están encendidos.
Estudios internacionales señalan que una televisión en modo stand by puede consumir entre 0,5 y 3 vatios por hora, lo cual equivale a un 10% o más de la factura mensual en algunos hogares.
En promedio, se calcula que ese consumo inactivo representa entre 2,5% y 5% del gasto total de un televisor encendido. A lo largo del año, esto puede significar un gasto innecesario acumulado importante.
El consejo más directo es desenchufar el televisor cuando no se lo utiliza por varias horas, especialmente si no se está en casa.
También se puede utilizar una zapatilla con botón de corte para facilitar esta tarea.
Otra recomendación es reducir el brillo de la pantalla, lo que disminuye el uso de energía mientras está encendido.
Además, muchos modelos incluyen funciones de ahorro de energía que se pueden activar desde el menú de configuración.
Aunque el televisor destaca por su gasto oculto, no es el único. La lavadora y la secadora encabezan la lista de aparatos de alto consumo.
Solo la lavadora representa cerca del 11% del uso eléctrico total del hogar.
Se sugiere utilizarla solo cuando esté completamente cargada y preferir programas de lavado con agua fría o tibia, ya que el calentamiento del agua es uno de los procesos que más energía demanda.
El horno eléctrico también se posiciona como uno de los menos eficientes. Usarlo con la puerta cerrada y evitar abrirlo durante la cocción puede ahorrar hasta un 20% de energía por uso.
El principal cambio está en la rutina diaria. Evitar dejar los electrodomésticos enchufados cuando no están en uso puede generar un ahorro significativo, especialmente en contextos de tarifas variables y aumentos constantes.
En definitiva, la eficiencia energética en el hogar no solo depende del tipo de electrodoméstico, sino también de los hábitos de uso y desconexión que adopta cada familia.
