6 de junio de 2025 - 12:55

El mayor ladrón de electricidad en el living: consume dos veces más energía que un aire acondicionado

Hay un electrodoméstico que dispara el consumo en los hogares argentinos durante el invierno. Su uso desmedido de electricidad afecta la factura.

En invierno, el uso de electrodomésticos para calefaccionar el hogar puede multiplicar el consumo de electricidad sin que se note a simple vista. Entre todos los aparatos, hay uno que destaca como el más ineficiente: la estufa eléctrica o caloventor, que puede gastar hasta el doble que un aire acondicionado funcionando en modo calor.

¿Por qué la estufa eléctrica es el electrodoméstico más ineficiente del hogar?

Las estufas eléctricas, también conocidas como caloventores, funcionan con resistencias que transforman la electricidad en calor. Este sistema, aunque simple, es uno de los más costosos en términos energéticos. Una unidad estándar puede consumir entre 1500 y 2000 watts por hora, el doble de lo que necesita un split inverter.

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¿Cuánto impacta su uso en la factura de luz?

El uso prolongado de caloventores puede duplicar o incluso triplicar el costo mensual de electricidad en un hogar promedio. Una jornada de 6 horas con este tipo de equipo puede sumar entre $1500 y $2500 diarios, dependiendo del valor del kWh y la tarifa residencial vigente. El impacto se nota más en zonas con climas fríos y viviendas sin aislamiento térmico.

¿Cómo se compara con el aire acondicionado en modo calefacción?

Un aire acondicionado con tecnología inverter consume entre 700 y 1200 watts por hora en modo calor, lo que representa una eficiencia mucho mayor. No solo calienta más rápido, sino que regula el consumo, adaptándose a la temperatura ambiente. Esto lo convierte en una alternativa más económica y sostenible para calefaccionar espacios amplios como el living.

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A pesar de su alto consumo, muchos hogares eligen caloventores por su bajo costo inicial, su tamaño compacto y su facilidad de uso. No requieren instalación y pueden trasladarse de un ambiente a otro. Sin embargo, esta comodidad momentánea suele traducirse en un gasto excesivo de energía a largo plazo.

¿Qué otras opciones hay para calefaccionar con menos electricidad?

Los paneles calefactores, las estufas a gas natural o los sistemas de calefacción central pueden ser alternativas más eficientes. Incluso el uso de ropa térmica y buen aislamiento en puertas y ventanas reduce la necesidad de encender artefactos eléctricos por largas horas. La clave está en combinar tecnología con hábitos de consumo responsables.

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