Esta preparación tiene todo: es una de esas recetas con historia, cargada de ingredientes nobles, ideal para quienes aman la comida casera con buena nutrición.
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Donato De Santis, el querido chef italiano que conquistó el corazón de los argentinos, compartió su paso a paso para preparar unos ravioles caseros que son puro amor y sabor. Su propuesta, además de ser deliciosa, conecta con los valores de la comida hecha en casa: tiempo, dedicación y reunión en familia.
La fórmula es sencilla pero requiere atención a los detalles. Esta es una de esas recetas que, si las hacés con ganas, se transforman en un ritual. Donato no solo enseña a cocinar, sino que transmite pasión por los ingredientes frescos, el buen gusto y una nutrición balanceada, sin perder ese toque clásico que tanto nos gusta.
Además del relleno sabroso, la clave está en la masa casera, el tuco que se cocina lento y ese toque de queso que no puede faltar al final. Sin dudas, es una de las recetas más completas para quienes valoran la comida artesanal, hecha con productos seleccionados y amor por la cocina.
El resultado final no solo es delicioso, sino que aporta una buena dosis de nutrición, especialmente si elegís buenos ingredientes. Donato nos recuerda que una mesa bien servida es el corazón del hogar, y sus ravioles son la excusa perfecta para compartir.
Para la masa:
1 huevo
3 yemas de huevo
270 g de harina 0000
70 g de sémola fina
60 ml de agua
1 cucharada de aceite de oliva
Para el relleno:
Para el tuco de carne:
Preparar el relleno
Dorar las carnes con manteca, ajo y hierbas. Agregar el seso y el caracú, y cocinar cinco minutos más. Procesar con el huevo, la miga, las verduras y el queso. Reservar en la heladera.
Hacer el tuco de carne
Dorar la carne con aceite de oliva, ajo y mejorana. Añadir el vino blanco y dejar que evapore. Incorporar la salsa de tomate y cocinar a fuego bajo por dos horas. Este paso potencia el sabor y mejora la nutrición del plato.
Preparar la masa
Unir los ingredientes hasta formar un bollo. Dejar descansar tapado unos minutos. Estirar en tiras largas de 1 mm de espesor y 12 cm de ancho. Esta masa casera es la base de muchas recetas tradicionales.
Armar los ravioles
Colocar pequeñas porciones del relleno sobre una tira de masa, dejar espacio entre cada una. Cubrir con otra tira, presionar bordes y cortar con cortapastas. Esta técnica asegura una buena cocción y una comida equilibrada.
Cocinar la pasta
Hervir agua con sal y cocinar los ravioles hasta que estén al dente. Este proceso rápido ayuda a conservar la textura y los valores de nutrición.
Servir con tuco y queso
Servir los ravioles con el tuco caliente y espolvorear con queso rallado. Un cierre ideal para una de las recetas más completas que se pueden hacer con pocos pero nobles ingredientes.