En el mundo de la astrología no todo es dulzura ni compatibilidad perfecta. Hay signos del zodíaco que, por su naturaleza apasionada y su necesidad de aventura, suelen tener fama de ser infieles, piratas o mujeriegos. No siempre lo hacen por maldad, sino por su impulso de vivir experiencias nuevas y sentirse deseados.
Muchos astrólogos coinciden en que existe un signo que se lleva el podio absoluto cuando se trata de romances paralelos y secretos imposibles de ocultar.
Este signo vive el amor con intensidad, pero también con una cuota de riesgo que lo hace irresistible y, a la vez, peligroso para el corazón ajeno.
Géminis: el campeón de la doble vida
El signo que encabeza el ranking es Géminis, el auténtico rey (o reina) de la dualidad. Los nacidos bajo este signo son curiosos, inteligentes y extremadamente comunicativos.
Aman flirtear, disfrutar del juego de la seducción y probar nuevas conexiones emocionales o físicas sin sentirse atados.
La mente inquieta de Géminis los lleva a aburrirse con facilidad, y por eso necesitan sentir adrenalina constantemente.
Aunque no siempre llegan a concretar una infidelidad, suelen coquetear con la línea del peligro. Su carisma y su capacidad para adaptarse los hacen expertos en mantener varias historias sin ser descubiertos.
La explicación detrás de su naturaleza
Desde la mirada astrológica, Géminis está regido por Mercurio, planeta de la comunicación y el pensamiento rápido.
Esa energía los vuelve impredecibles y encantadores, pero también algo inestables emocionalmente. Les cuesta comprometerse del todo, porque sienten que cada persona que conocen puede mostrarles algo nuevo del mundo.
Sin embargo, cuando se enamoran de verdad, son compañeros brillantes, divertidos y leales... al menos mientras la relación les sigue resultando desafiante.
El segundo más infiel del zodíaco
Detrás de Géminis, el segundo lugar lo ocupa Sagitario, el aventurero del zodíaco. Su espíritu libre y su amor por la independencia lo convierten en un signo difícil de atrapar. Aman vivir intensamente y suelen sentirse limitados cuando alguien intenta controlarlos.
Sagitario no engaña por malicia, sino por impulso: persigue emociones nuevas y necesita sentirse vivo todo el tiempo.
Eso sí, cuando encuentra a alguien que respeta su libertad, puede llegar a ser uno de los compañeros más fieles y apasionados del zodíaco.