No todo lo que cuida la salud tiene que ser caro, difícil de conseguir o poco apetecible. Algunos ingredientes que tenemos al alcance de la mano en la cocina, usados durante siglos como parte de distintas tradiciones culinarias, están hoy bajo la lupa de la ciencia por sus sorprendentes beneficios y la reducción de azúcar en sangre.
Los condimentos no solo aportan sabor, aroma y color a las comidas. Muchos también contienen compuestos bioactivos que tienen efectos positivos sobre el organismo, especialmente cuando se consumen con frecuencia y en el marco de una alimentación equilibrada.
Uno de estos ingredientes, conocido desde tiempos ancestrales, ha demostrado mejorar la circulación sanguínea y colaborar en el control de los niveles de glucosa en sangre, según investigaciones recientes.
El efecto de la canela sobre la glucosa y la circulación
El condimento en cuestión es la canela, una especia aromática proveniente de la corteza interna de ciertos árboles del género Cinnamomum. Utilizada tradicionalmente en la medicina china e india, hoy se sabe que la canela tiene un potente efecto regulador sobre el metabolismo.
Estudios publicados en el Journal of Medicinal Food y en la American Diabetes Association han encontrado que el consumo regular de canela —en dosis moderadas— puede reducir los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. Esto se debe a que mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la absorción de glucosa en el intestino.
Además, la canela favorece la circulación sanguínea gracias a su contenido de cinamaldehído, un compuesto con efectos vasodilatadores y anticoagulantes suaves. Estos beneficios pueden traducirse en una mejor oxigenación de los tejidos, extremidades menos frías y menor riesgo de coágulos en personas con sedentarismo o problemas circulatorios leves.
Cómo incorporar la canela de forma segura y sabrosa
La canela es un condimento muy fácil de integrar a la rutina diaria. Se puede espolvorear sobre frutas, yogures, avena o tostadas, e incluso mezclar con café, leche o té. También es un gran aliado en postres caseros como compotas, budines o tortas, sin necesidad de agregar azúcar extra.
Eso sí: la cantidad ideal para obtener beneficios sin efectos adversos ronda entre ½ y 1 cucharadita diaria. Es importante no excederse, ya que algunas variedades como la canela cassia pueden contener cumarina, una sustancia que en exceso podría afectar el hígado.
Por eso, lo mejor es consumirla con moderación, elegir canela de buena calidad (idealmente ceilán) y acompañarla de una dieta rica en vegetales, frutas y cereales integrales.
Con su aroma inconfundible, bajo costo y propiedades comprobadas, la canela es mucho más que una especia para el arroz con leche: es un recurso natural al servicio de la salud cardiovascular y metabólica.