Estas propuestas pueden desarrollarse con pocos materiales y herramientas básicas, por lo que son accesibles para cualquier persona.
Si hay frascos de café instantáneo guardados en casa, se pueden reciclar y convertir en lámparas originales con una intervención mínima. Estas propuestas pueden desarrollarse con pocos materiales y herramientas básicas fáciles de conseguir en casa, por lo que son accesibles para cualquier persona.
- El primer paso consiste en limpiar los frascos a fondo, eliminar cualquier resto de etiqueta o pegamento. Una vez secos, se trabaja sobre la tapa, que funcionará como soporte para el sistema eléctrico.
- Para adaptarla, hay que medir el diámetro del portalámparas que se va a usar y cortar el centro de la tapa con precisión.
- Luego se pone el enchufe desde el interior, se ajusta la bombilla y, finalmente, se enrosca nuevamente el frasco sobre su tapa ya modificada.
- El resultado es una lámpara de mesa o colgante, según el tipo de conexión, con un diseño industrial reciclado. Esta solución decorativa no solo tiene impacto estético: implica darle un nuevo uso a materiales que habitualmente se desechan, integrando el reciclaje como parte del diseño interior.
Otra opción aplicable con objetos cotidianos es la transformación de latas de conservas en macetas colgantes. Esta variante es útil para quienes buscan decorar balcones, cocinas o pequeños rincones del hogar con plantas.
- El procedimiento es sencillo: se parte de latas limpias, a las que se les hacen dos pequeños orificios en la base para el drenaje del agua.
- Luego se personalizan pintándolas con acrílico o aerosol, ya sea con colores plenos o usando stencil para generar patrones. Para colgarlas, se perforan ambos laterales superiores y se pasa hilo sisal o cuerda gruesa, creando una manija firme.
- Una vez terminadas, estas macetas se pueden ubicar en zonas con buena luz natural, alojando suculentas, cactus o incluso hierbas aromáticas. Además de agregar un elemento vivo al ambiente, estas piezas aportan calidez y reducen la generación de residuos.
Ambas ideas, la lámpara con frasco y la maceta con lata, comparten una lógica de reciclaje práctica que combina estética, funcionalidad y conciencia ambiental.