Elaborar jabón dentro del hogar vuelve a ocupar un lugar en la vida cotidiana de quienes priorizan opciones sustentables, naturales y económicas para la limpieza del hogar. Ya no se trata de una práctica marginal o relegada a entornos rurales: cada vez más personas retoman esta costumbre por una búsqueda ecológica o financiera.
jabón con aceite reciclado.jpg
Ingredientes necesarios para el proceso
La receta es sencilla y accesible. Requiere ingredientes básicos:
- Jabón natural en barra o escamas.
- Bicarbonato de sodio.
- Sal común.
- Aceite esencial.
café azucar manos
Lavarse las manos con café y azúcar es un reemplazo de jabones artificiales.
WEB
El paso a paso
El procedimiento implica:
- Disolver el jabón en agua caliente.
- Agregar los demás ingredientes de forma gradual para evitar reacciones abruptas
- Batir la mezcla para integrar bien la fórmula
- Ajustar la consistencia con más agua. Se embotella en recipientes reutilizados, lo que permite evitar residuos y multiplicar el uso del producto en tareas domésticas. Este jabón es útil para lavar ropa, limpiar pisos, superficies o utensilios, y puede personalizarse con aromas suaves y naturales.
Más allá de lo funcional, el acto de fabricar jabón casero conlleva una dimensión extra. Supone tomar distancia de la lógica del descarte, reapropiarse del control sobre lo que se usa en el hogar y reducir el impacto ambiental. Pero también tiene un componente simbólico: el tiempo invertido en producir algo con las propias manos, la repetición de gestos conocidos por generaciones anteriores, la posibilidad de compartir la experiencia con otras personas.
No es casual que muchas de las personas que retornan a esta práctica lo hagan motivadas tanto por una preocupación por el entorno como por una necesidad de reencontrarse con una forma de vida más simple y coherente.
Reciclar los restos de jabón en el hogar
En tiempos en que el consumo veloz y fragmentado se impone como norma, el jabón casero representa una alternativa mínima, concreta y efectiva. No solo porque limpia, sino porque restituye una lógica del cuidado que articula cuerpo, entorno y comunidad. Así, el jabón deja de ser un producto más para convertirse en símbolo de una forma de estar en el mundo que se construye con sentido, memoria y responsabilidad.