Nación quiere recuperar los mercados que perdió Pescarmona

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, visitó Mendoza con una agenda variada. Se reunió con el gobernador Rodolfo Suárez para hablar de Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (Impsa) la firma en la que son socios Nación y Provincia.

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A seis meses de que se concretara la capitalización estatal, el directorio se reunió presencialmente en la sede de la empresa ubicada en Godoy Cruz. Kulfas es uno de los directores.

Los destinos de Impsa empiezan a tomar forma después de un 2021 agitado que terminó con un 63,7% de las acciones de la firma en manos del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), que es un fondo fiduciario público controlado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

Un 21,2% de las acciones pertenecen a la Provincia de Mendoza mientras que el porcentaje restante de su capital social (15,1%) es de propiedad privada: el 9,8% está en manos de un fondo de capital controlado por los acreedores de la compañía y el 5,3% pertenece a un fideicomiso de capital controlado por los accionistas originales.

Kulfas también estuvo en el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Empleo, créditos y problemáticas regionales formaron parte de su discurso en el INV. Lo acompañó, como anfitrión, Martín Hinojosa pero lo curioso fue el vacío de rostros peronistas en la sede céntrica del INV (ver aparte).

A la caza de mercados

Una de sus primeras actividades de Matías Kulfas en Mendoza fue visitar al gobernador Rodolfo Suárez. “Hablamos de Impsa, de los proyectos en curso y lo que viene para el 2022, fue muy buena la reunión”, destacó el funcionario nacional. Hidroelectricidad, energía renovable y nuclear, aparecen en el radar de los desarrollos.

Mendoza y Nación son socias en la firma metalmecánica para la que se invirtieron U$S 20 millones y la designación de autoridades en el directorio que espera con ansiedad la adjudicación de Portezuelo del Viento. Cerca de final de año, Kulfas destacó que “la empresa está equilibrada y no hay problemas de rentabilidad. El hecho de estar tomando gente de nuevo lo muestra”.

“Queremos hacernos fuerte en el mercado interno, un proyecto muy importante es el de hidrógeno verde en Río Negro que quiere hacer Fortescue. Estamos esperando una comitiva de la empresa para que venga a conocer Impsa”, comentó Kulfas.

La exportación del viento patagónico que se hará con este proyecto que ejecuta la firma canadiense, compromete en total unos U$S 8.400 millones según el anuncio del presidente Alberto Fernández y el propio ministro en la cumbre de Cambio Climático en Glasgow (Escocia). La intención del Gobierno nacional es que el portafolio de Impsa esté a disposición para participar de esa iniciativa.

Actualmente Impsa trabaja en el diseño y la fabricación de las nuevas turbinas de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá, en los aerogeneradores del Parque Arauco (La Rioja), en los equipamientos para la Central Hidroeléctrica El Tambolar (San Juan), en los equipamientos para YPF y la fabricación del primer reactor nuclear argentino para generación de energía, el CAREM, entre los principales proyectos.

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Claro que Asia es ese amor a reconquistar. “No apuntamos a abrir nuevos mercados, sino a recuperar los que se perdieron como el asiático”, se ilusionó Kulfas. Así lo entiende el CEO de la compañía, Juan Carlos Fernández quien vivió 18 años en Malasia: “Asia es pasado, presente y futuro. Históricamente, ha sido nuestro mercado más importante, en el cual la empresa se está reposicionando”, indicó en una entrevista corporativa publicada en la web de la firma.

“Impsa hoy cuenta con recursos humanos distribuidos en China, Hong Kong, Malasia e India en forma directa, y está presente a través de agentes en el resto de los países. La idea es volver a posicionarnos en Asia, pero con un criterio diferente, porque en la época nuestra, que fue los 90s y los años a principios de este siglo, China no era el gran competidor nuestro que es hoy, al menos en determinados frentes”, aclaró el ejecutivo.

El vacío del PJ al “compañero albertista”

El acto en el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) tuvo algunas curiosidades que no pasaron desapercibidas. La ausencia de Anabel Fernández Sagasti, quien ha oficiado de “embajadora” de funcionarios de primera línea fue llamativa. Los intendentes de Tunuyán y Lavalle, Martín Aveiro y Roberto Righi respectivamente fueron nombrados como parte de las autoridades presentes pero no estaban.

Una obviedad fue la presencia del tunuyanino Martín Hinojosa quien preside el INV y debía oficiar de anfitrión. Righi llegó con el evento casi terminado asegurando de que tenía muchas actividades en el municipio, pero que como la temática le interesaba, se acercó. Podría decirse que junto a Hinojosa y Jorge Tanús, al frente de BICE Fideicomisos, fueron los únicos que pusieron la cara por el peronismo mendocino. Nicolás Aroma, el economista que se consolida como uno de los cuadros técnicos jóvenes tampoco quiso perderse el evento.

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En otro momento, se descartaba la presencia de la dirigencia del PJ local y las flores mutuas entre ambas jurisdicciones. Todas estas visitas posicionaban a Fernández Sagasti como la gestora provincial, algo que luego de la derrota electoral pareciera no ser una prioridad para el kirchnerismo local.

En el reordenamiento interno del PJ, no se habla de candidaturas aun. Y todo indica que las apariciones públicas que puedan exponer a alguien a dar explicaciones no es una estrategia que seduzca, sino más bien, los cuarteles de invierno para quienes puedas resguardarse.