8 de junio de 2025 - 08:00

Cuando la entrega vence al miedo: cómo trabajan los bomberos de la Policía de Mendoza

Los efectivos arriesgan su vida en cada intervención. Rescates con cuerdas, búsqueda de cuerpos bajo el agua y manejo de sustancias peligrosas son parte de su rutina. Cómo viven, piensan y trabajan estos héroes anónimos.

Cuando el auxiliar segundo Eduardo Díaz descendía por una cuerda por un oscuro y estrecho pozo a 70 metros de profundidad, el miedo lo acompañaba. Pero también el convencimiento de que tenía la misión de rescatar a un niño de 6 años que yacía hacía horas en el fondo de ese orificio. La misma sensación sintió su compañero, el auxiliar tercero Emmanuel Mayorga, cuando después de negociaciones que resultaron infructuosas, saltó el cerco de la cornisa de un piso 17 y se abalanzó para rescatar a la mujer que amenazaba con arrojarse para poner fin a su vida en un hotel céntrico.

Esa vocación de servicio y entrega fue la que caló hondo en su colega, el oficial ayudante Lucas Güeli, cuando, recién llegado, observó con la dedicación que sus compañeros se sumergían en las oscuras aguas del perilago Potrerillos para, horas más tarde, extraer el cadáver de Concepción Arregui, que había sido dejado allí por su esposo en marzo de 2018. Los tres son efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Policía de Mendoza. Los tres, al igual que sus compañeros, tienen el servicio a los demás como consigna de vida y su compromiso traspasa el uniforme azul al arriesgarse en cada intervención.

Si bien tras su fundación, en 1907 durante el gobierno de Emilio Civit, los integrantes del cuerpo fueron llamados "soldados de agua", los bomberos mendocinos hacen mucho más que sofocar incendios. Buceo, rescate con cuerda, manejo de sustancias peligrosas, pericias para establecer el origen de un foco ígneo y cualquier rescate que demande la experiencia y valentía de estos hombres los tiene en las calles tras el paso de una ensordecedora sirena que, no sin dificultad, les abre camino en el congestionado tránsito.

Los bomberos de la Policía tienen jurisdicción en toda la provincia y son los primeros en intervenir ante un siniestro, independientemente de que los cuerpos de bomberos voluntarios de distintos departamentos puedan apoyarlos. "La legislación nombra bomberos oficiales y no oficiales. Los oficiales son los bomberos de la Policía", aclaran.

Bomberos de la Policía
Díaz y Mayorga son especialistas en rescates con cuerdas.

Díaz y Mayorga son especialistas en rescates con cuerdas.

Los voluntarios se manejan por fuera del ámbito de la seguridad y responden al Ministerio del Interior de la Nación. Aunque estén asentados en un municipio, no pertenecen a él. "El que tiene la jerarquía y la autoridad de la emergencia es el bombero oficial", insisten.

El Cuartel Central de Bomberos está ubicado en calle Sargento Cabral, de Ciudad, a media cuadra del cruce de avenida Belgrano y Arístides Villanueva. Son 67 los efectivos que trabajan allí con guardias rotativas. Pero suman personal en las delegaciones provinciales: 66 en el Sur, 31 en el Este y 32 en el Valle de Uco.

Al llegar al cuartel principal, un enorme letrero en letras rojas capta inmediatamente la atención. "Salvo tu vida sin mirar quién eres", se lee. Es el lema que, desde que comienza a integrar la división, un efectivo aprende y luego pone en práctica. Un equipo de Los Andes llegó allí para conocer cómo trabajan, piensan y sienten estos héroes anónimos.

Rescate en las alturas

Entre los grupos de Bomberos existe el Grupo Especial de Rescate (GER), que protagonizó una hazaña con repercusión nacional el 26 de noviembre pasado, cuando algunos de sus miembros le salvaron la vida a una mujer que amenazaba con arrojarse al vacío desde la cornisa del piso 17 del Amérian Executive Mendoza Hotel, ubicado en calle San Lorenzo al 660.

Fueron Mayorga y Díaz quienes, atados a sus resistentes sogas, se abalanzaron sobre la baranda de la terraza y aseguraron a la mujer aquel agitado mediodía. Aunque para lograr eso, antes se había montado un complejo y preciso operativo. "Siempre hay una planificación antes del rescate. Cuando llegamos, no nos podíamos acercar porque la mujer, apenas nos veía, se alteraba", recuerda el auxiliar tercero Emmanuel Mayorga.

Y sigue: "Hicimos un anclaje en línea con ángulo cero, con cero tensión. Hicimos un anclaje de tres puntos y otro hacia adentro del edificio a otro punto más. Estábamos escondidos porque no nos dejaba acercarnos. Teníamos que calcular el recorrido que había desde la baranda hasta donde estaba yo. Medí las baldosas, saqué el cálculo y dejé plegada la cuerda. Cuando salí corriendo, mi compañero achicó distancias para que, si yo caía, él me tuviera más cerca".

"Más allá de que yo tenía cuerda doble, y una cuerda aguanta 2.400 kilos, el riesgo era grande. La mujer se pechó para atrás y yo me agarré de la reja y la peché para adelante", resume el intrépido bombero con la tranquilidad de quien describe la rutina en una jornada de oficina.

Rescataron a una mujer amenazaba con saltar al vacío desde un conocido hotel. | Foto: Delfina Álvarez / Los Andes
Rescataron a una mujer amenazaba con saltar al vacío desde un conocido hotel. | Foto: Delfina Álvarez / Los Andes

Rescataron a una mujer amenazaba con saltar al vacío desde un conocido hotel. | Foto: Delfina Álvarez / Los Andes

Ante la consulta de si tuvo miedo a semejante altura, responde tranquilo y mueve la cabeza negativamente. Pero admite: "Me costó años estar tranquilo en esas situaciones". Luego reconoce que, para ello, es fundamental tener compañeros en los que confíe. "Hace muchos años que estamos trabajando juntos. Hay una responsabilidad que va y viene. La responsabilidad mía en ese momento era la vida de él", aporta el auxiliar segundo Eduardo Díaz, quien sostenía a Mayorga del otro lado de la cuerda.

"Estaba todo diagramado para cuando él (Mayorga) dijera la palabra clave. Cuando esa palabra se escuchó, se activó todo. Lleva muy poco tiempo para planificarlo in situ y menos tiempo lleva cuando lo accionás. Yo me tiré a la pileta y sabía que tenía que tensarlo a él para que no pasara de largo, para que, si él llegaba a caer con la víctima, en vez de caer 7 metros, cayera uno o nada", agrega. Y sentencia: "Estamos tranquilos, siempre con la adrenalina y el miedo, pero controlados".

"Atrás se hizo todo un sistema de anclaje que iba hasta la escalera. Se armaron más de nueve puntos de anclaje. Nosotros tenemos un concepto: trabajamos seguro sobre seguro. No hay error en eso", apunta orgulloso el oficial principal Ricardo Rojas, quien seguía de cerca el operativo de rescate en el hotel.

Un pozo de 70 metros de profundidad y un niño sin vida

Otro de los rescates que llevaron a los bomberos de la Policía mendocina a los medios nacionales y provinciales fue el del cuerpo sin vida de Erick Mamaní, el pequeño de 6 años que cayó a un pozo en una obra en construcción en calle Urquiza al 700, de Guaymallén, el 7 de marzo de 2023.

Los efectivos del GER también fueron protagonistas en esa ocasión. Este grupo se especializa en maniobras con cuerdas, con las que realizan rescates técnicos en altura, en profundidades, en espejos de agua, en estructuras colapsadas y en zonas agrestes.

"Ahí me metí yo. Se trabajó, se rescató y se entregó, en lo personal, un niño con vida. Siempre pensé que ese niño estaba con vida. Siempre la esperanza hasta el final. Lo último en que pensamos es en lo malo, aunque lo vayas viendo venir, por la experiencia", cuenta Díaz, aún hoy apesadumbrado.

"Yo soy más empático con los niños y los animales, por ejemplo. El 90% de las cosas que vemos son feas y los desenlaces son feos. Y la presión que tenemos es muy grande. El padre también estaba adentro, pero tardamos 12 minutos en armar el sistema. Primero a mí me tocó estar afuera, preparándome psicológicamente porque iba a bajar y escuchando los gritos del padre abajo, pidiéndonos que no dejáramos morir a su hijo", rememora.

"Es una situación que te lleva a un pico de estrés que, si no te controlás, automáticamente pasás a ser parte del problema. Yo hacía poquito que había sido papá. El pozo tenía 70 metros. A los 60 metros, cuando tuvieron que unir cuerdas, frenaron y me dijeron: 'Un minuto'. En esos 20 segundos la cabeza me hacía así", describe y hace gestos para explicar que sentía latir el cráneo.

Bomberos de la Policía
Bomberos de la Policía especialistas de los rescates de altura.

Bomberos de la Policía especialistas de los rescates de altura.

Y agrega: "Pensaba en mi hija, rogaba que no se cortara la cuerda, que no me cayera. Pero yo estaba tranquilo porque estaba mi compañero (Mayorga) arriba. Todos los que estaban arriba cumplían un rol importantísimo. Pero en ese momento la cabeza te funciona a mil. Y el desenlace en ese caso fue feo. Llegamos, trabajamos lo más rápido posible poniéndonos en riesgo, pero el nene falleció".

La situación que encontró este valiente bombero en ese orificio fue compleja porque el padre del niño se había metido al pozo en un intento desesperado por rescatarlo, aunque no lo había conseguido. En la oscuridad y a tanta profundidad, el albañil había sufrido un ataque de pánico e intentaba escalar las paredes. El bombero tuvo que estabilizarlo para luego poder subir al nene.

Finalmente, Díaz alzó al pequeño Erick, puso la cabeza sobre su pecho y dio la orden a sus compañeros de que lo subieran. Ya en la superficie, un médico constató el fallecimiento del niño.

Rescate de cuerpos bajo el agua

"Yo entré a la Policía en 2017 y mi primer destino fue Bomberos. Venía sin saber nada. A los pocos meses de llegar hubo un hecho particular: encontraron el cuerpo de Concepción Arregui. En ese hecho se trabajó mucho con el grupo de buceo y fue algo que me llamó mucho la atención, así que decidí especializarme en eso", cuenta el oficial ayudante Lucas Güeli, quien integra el Grupo de Operaciones de Buceo (GOB).

"Siempre buscamos la profesionalización, así que el jefe del grupo logró tener contacto con Prefectura y la Policía de Mendoza tuvo el primer curso de operaciones subacuáticas de bomberos a nivel nacional", repasa orgulloso. Y detalla: "El buceo en seguridad pública, que es lo que hacemos, se aboca a la búsqueda de cuerpos sin vida, armas o cualquier elemento que considere la Justicia".

El GOB también fue el encargado de sacar de las aguas del dique Potrerillos el helicóptero de MTV que, a fines de diciembre de 2015, cayó a más de 60 metros de profundidad.

"Buceamos, por ejemplo, en el lago del Parque, donde metes la cabeza dentro del agua y no te ves la mano, o hacemos rastrillajes en canales cuando hay una persona ahogada. Lamentablemente, la actuación nuestra siempre va a ir después del hecho; no buscamos personas con vida porque en ese caso actuarían nuestros compañeros de primera intervención para hacer un rescate rápido en agua donde se pueda visualizar a la persona pidiendo auxilio", detalla Güeli.

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El Grupo de Operaciones de Buceo protagonizó rescates como el de un helicóptero que cayó al lago Potrerillos.

El Grupo de Operaciones de Buceo protagonizó rescates como el de un helicóptero que cayó al lago Potrerillos.

"Sacar un cuerpo del agua es duro y es muy complicado, por eso es muy importante estar bien capacitado y preparado porque estamos buceando en un lugar donde no se ve. Vamos tanteando y siempre está el factor sorpresa. En el dique El Carrizal, a un metro de profundidad, no te ves la mano. Es complicado hacer las búsquedas y es complicado encontrarse de frente con un cuerpo o tantearlo con la mano", grafica.

El joven bombero admite que trabaja sin la presión de la emergencia en esas búsquedas. "Trabajamos con otro nivel de adrenalina porque ya vamos a buscar un cuerpo sin vida. Pero la tranquilidad tiene que reinar, ante todo. El buzo tiene que trabajar con todas las luces prendidas. Con cero cansancio. Por ejemplo, en caso de que sea en una guardia, mis compañeros me tienen que equipar; yo tengo que estar concentrado y con el menor gasto de energía posible para ir y cumplir con mi trabajo con un 100% de efectividad", concluye.

La importancia de la versatilidad

La brigada Hazmat (Hazardous Materials, materiales peligrosos en inglés) se encarga de responder a emergencias que involucran sustancias químicas peligrosas. Algunas pueden derramarse, por ejemplo, si el camión que las transporta queda envuelto en un siniestro vial o si en el incendio de una industria hay químicos para elaborar o procesar determinados productos. El oficial ayudante Andrés Bello es un referente en ese grupo especial de Bomberos.

Dependiendo de la intervención, cada especialista es el que asesora y se hace cargo del operativo, aun si tiene menor rango que sus superiores. En el ejemplo del camión, será Bello quien lidere la operación y, si se trata de un procedimiento de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas (BREC), será Mayorga quien tome el control.

"Lo más lindo de este trabajo es la versatilidad. El escenario con el que te vas a encontrar nunca es el mismo, entonces las emergencias no solamente se clasifican por rescate con cuerda, o rescate vehicular, por ejemplo, sino que una misma emergencia puede ser mixta. Podés tener un incendio dentro de una empresa que tiene materiales peligrosos o tenés que evacuar una empresa en altura que se está prendiendo fuego", describe Bello.

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El oficial ayudante Andrés Bello es un referente de la brigada Hazmat.

El oficial ayudante Andrés Bello es un referente de la brigada Hazmat.

"Esa versatilidad requiere que no concentres el conocimiento en una sola área, sino tener conocimiento de todo. Cuando hay una intervención donde se requiere, ahí es donde surge el especialista de cada unidad y aporta su granito de arena. Cuando uno tiene una duda, lo llama y recibe esa asistencia técnica, pero no quiere decir que, si el especialista no está, la emergencia no se vaya a resolver. Nuestra función es dar respuesta ante cualquier hecho", completa.

"Si hay una intervención de algún área específica, la dotación que está de guardia tiene los medios para iniciar un abordaje hasta que llegue el especialista, o las personas más capacitadas en esa área, y terminan de resolver esa novedad. El especialista es el que termina comandando la intervención y dando la directiva final, no quiere decir que uno lo sepa todo, pero tiene un conocimiento más acabado que otro", explica Bello.

"Sin importar el rango, nos abocamos a lo que dice el especialista. La función de los jefes, si no es su especialidad, es coordinar o manejar los materiales, el personal a disposición o el apoyo", aclara. Y sentencia: "No podemos no dar respuesta. No existe bombero de la Policía fuera de servicio".

Los bomberos también muestran su versatilidad en otras tareas cotidianas ya que, además de su función específica, hacen servicios de cancha, participan en operativos y maniobras de rutina, intervienen en manifestaciones. También hacen tareas de policías, como patrullajes y controles en puestos fijos.

Cuando no están en una intervención, en el cuartel realizan tareas de limpieza de los equipos, reciben capacitaciones o se ejercitan.

"También hacemos la parte pericial. Somos el brazo auxiliar de la Justicia. Se investiga y se tratar de determinar qué pasó, porque a la Justicia tenemos que darle una respuesta de por qué se produjo un incendio", añade Rojas.

Vocación y compromiso

"Si pasa algo grande, venimos espontáneamente. Hemos venido hasta saliendo de otro trabajo o en día de descanso. Nosotros somos así: esto es un estilo de vida", explica Mayorga sobre el compromiso con sus pares.

"Cuando estamos de franco, casi siempre nos enteremos de una emergencia por los medios. Nos comunicamos por WhatsApp y venimos espontáneamente al cuartel por si nuestros compañeros necesitan ayuda", agrega su fiel compañero Díaz.

"Durante el rescate de la mujer en el hotel del Centro me llamaba todo el mundo para ver si podían ayudar, si podían estar, después me llamaban para felicitarnos. Es un orgullo. Somos pocos y nos cuidamos y ayudamos mucho", completa, por su parte, Rojas.

Bomberos de la Policía
Bomberos de la Policía

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Y suma: "Hay muchas cosas que la sociedad no va a entender de la adrenalina y lo que te genera una intervención. Tal vez fuiste a un incendio, rescataste a dos personas y se murieron tres, pero vas a ver a los bomberos que están felices porque rescataron a esas dos personas. El bombero vive con ciertas situaciones que, si se pone mal por cada intervención que tiene, es complicado".

Bello apunta a otra dura realidad con que deben lidiar los "soldados de agua". "Hay gente que no se da idea la carga emocional que implica sacar cadáveres de un auto y no podés demorar ocho horas. Decís: 'Tengo tiempo escaso para resolver esto' y ya sabés que está muerto, o no porque eso lo determina un médico, pero tratás de hacerlo lo más rápido posible".

Enfrentarse a la muerte

Estos servidores públicos se enfrentan a diario a la muerte. La conocen bien y tratan de darle batalla, pero no todo está en sus manos También conocen el riesgo de enfrentarse a ella cada vez que suena la alarma y abordan una autobomba.

"Somos adictos a la adrenalina. El sonido de la sirena del camión te activa. Pero tampoco podés ir como loco porque tenés que medir las consecuencias de un choque con el camión. La adrenalina es gigantesca, pero te vas preparando", detalla Díaz entusiasmado. Eso sí: "El miedo lo tenés siempre", aclara.

"Las 24 horas, el camión cuando sale, sale en emergencia. No estamos patrullando en una autobomba. El único momento en que la autobomba va despacio es cuando va a cargar combustible o cuando pega la vuelta después de un hecho. Y a veces, porque otras, de ahí vas a otra emergencia", aporta Güeli.

El primero que constata que la emergencia es real y, por ejemplo, un incendio está desatado, es el policía de calle. "Siempre y cuando esté disponible para ir a verificar", aclaran. "Pasa mucho que llegamos y era una falsa alarma. Tenemos un alto número de falsas denuncias, falsas alarmas, sin intervención", aclara Rojas.

Bomberos de la Policía
Bomberos de la Policía, equipos de rescate de altura.

Bomberos de la Policía, equipos de rescate de altura.

"Si entra un llamado de que se está prendiendo fuego una casa, automáticamente hay que desplazar dos recursos: uno que constate y bomberos", explica Díaz.

Aclaran que, desde el femicidio de Florencia Romano, en diciembre de 2020, cuando una operadora del 911 desestimó el llamado de emergencia que pudo haberle salvado la vida, en el Centro Estratégico de Operaciones tienen la responsabilidad de enviar los recursos al lugar denunciado. "No podemos esperar la verificación, tenemos que salir y la respuesta la tenemos que dar en el momento", sentencia convencido Güeli.

"Lo profesional de uno es buscar las respuestas en ese estado de adrenalina y de emoción. Tenés que dejar eso de lado y poner toda la cabeza lo más racional posible, porque depende de tu decisión la efectividad de la emergencia. Eso sólo lo logra la formación", agrega su compañero Bello.

Y suma, convencido: "Si sos temerario terminas siendo parte de la emergencia, llevas a tu grupo a la muerte por una mala decisión".

El riesgo y la muerte se escuchan de forma permanente en los relatos de los bomberos. Los tienen muy presentes porque son parte de su rutina. Son una realidad latente. "Es que no estamos exentos, eso está en la ficción, con los superhéroes; nosotros somos humanos", advierte Bello.

"Como compañero, lo mínimo que tenés que saber es ponerte un equipo de respiración porque vos me vas a sacar si me llega a pasar algo. O preparate para decirle a mi familia lo que me pasó. Acá primero tenés que prepararte para no morirte vos y que no te pase nada a vos ni a tu compañero. Segundo asistir a la persona; si no podés cumplir con eso no podés estar acá, por muy duro que suene", concluye Díaz.

Los bomberos y sus récords

Los bomberos de la Policía mendocina ostentan, al menos, cuatro récords históricos en el país.

  • El rescate a mayor profundidad. El 5 de septiembre de 2020 extrajeron el cuerpo de Dora Hidalgo (67) de un pozo de agua del salón de fiestas Luna India, en Maipú, a 100 metros de profundidad.
  • El incendio con más vehículos involucrados. En la playa de secuestros San Agustín se quemaron 26.000 vehículos, el 16 de septiembre de 2023.
  • El incendio por contingencias climáticas con más casas afectadas. Fue el que se originó por viento Zonda el 20 de julio de 2019 en Potrerillos. Fueron 38 las viviendas consumidas por el fuego, junto a dos hostels y tres locales comerciales. Las llamas arrasaron 18.000 hectáreas.
  • El accidente de tránsito con mayor cantidad de víctimas fatales. Fue el vuelco del colectivo de la empresa Tur Bus el 18 de febrero de 2017. Se contabilizaron 19 fallecidos.
Fotogalería: decenas de vehículos destruidos por un incendio en la playa San Agustín
Miles de vehículos destruidos por un incendio en la playa San Agustín. | Foto: archivo Los Andes

Miles de vehículos destruidos por un incendio en la playa San Agustín. | Foto: archivo Los Andes

Rescates de todo tipo

La versatilidad de los miembros del cuerpo de Bomberos de Mendoza también se refleja en la diversidad de rescates que realizan a diario. "Tenemos rescates de gatitos, de perritos dos o tres por día, de ancianos que se caen o se quedan encerrados, de obesos que no pueden moverse por sus propios medios", cuenta el oficial principal Ricardo Rojas.

"Pero también rescatamos buhos, loros, chimangos, monos. Vamos a los más lógicos, como a lo más insólito. Y, de un momento para el otro, suena la alarma y tenés que estar en el techo de un edificio", grafica el auxiliar segundo Eduardo Díaz.

Además de los rescates, se hacen cargo de otras tareas, por ilógico que resulte. "Una vez tuvimos que romper una reja para rescatar a un perro y después fuimos y la soldamos nuevamente con materiales que pusimos nosotros de nuestro bolsillo" ejemplifica Rojas.

Y remata, resignado: "Hay gente que es muy agradecida con nuestro trabajo y otra que, lamentablemente, es muy desagradecida".

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