Investigadores del Departamento de Interpol Paraguay detuvieron a un joven argentino de 20 años que sería el proveedor del fentanilo que en mayo pasado fue decomisado en Mendoza.
Se trata de Vicente Ignacio Caballero, de 20 años, detenido por Interpol en la ciudad de Nanawa, en la frontera con Clorinda.
El ciudadano argentino fue detenido en Nanawa, Paraguay, por presunto tráfico de fentanilo y cocaína.
Foto: Policía Nacional / Interpol Paraguay
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Investigadores del Departamento de Interpol Paraguay detuvieron a un joven argentino de 20 años que sería el proveedor del fentanilo que en mayo pasado fue decomisado en Mendoza.
Durante un operativo realizado en la en la ciudad de Nanawa, en la frontera con Clorinda, se detuvo a Vicente Ignacio Caballero cuando se encontraba preparando una nueva carga para ser enviada a Argentina.
En su poder tenía 500 frascos de fentanilo y decenas de dosis de cocaína fraccionadas ya para la venta. La droga se encontraba oculta en el interior de matafuegos y entre alimentos comestibles que estaban embalados para encomienda.
Lo que llamó la atención de Interpol es que las ampollas de fentanilo son de una farmacéutica paraguaya reconocida. Para los investigadores, el detenido operaba en la frontera entre Paraguay y Argentina y era el nexo para los envíos de drogas no sólo fentanilo sino también de cocaína.
El fentanilo es un opioide sintético muy potente utilizado para tratar el dolor, altamente adictivo. Su peligrosidad radica en su potencia, ya que es mucho más fuerte la morfina. Esto aumenta significativamente el riesgo de sobredosis, que puede provocar depresión respiratoria, coma y la muerte. Es uno de los productos más regulados en el mundo, lo que genera un importante mercado negro.
La investigación por narcotráfico se inició tras el hallazgo en Formosa de un cargamento con 500 ampollas de fentanilo y cocaína oculta en extintores, incautado en Formosa. Posteriormente, se realizó una entrega vigilada en Mendoza, que derivó en la detención de un ciudadano chileno, supuesto destinatario de la carga.
A principios de junio, Interpol Argentina solicitó una orden de búsqueda y localización del presunto responsable del tráfico de fentanilo y cocaína a Formosa y Mendoza y así se logró detener a Caballero. El operativo se denominó Zombie “porque ese es el efecto que causa el consumo del fentanilo en una persona”.
El 26 de mayo pasado, a través de una “entrega controlada”, Gendarmería detuvo en Mendoza a un ciudadano chileno que se presentó a retirar una encomienda con 500 ampollas de fentanilo. Según Interpol este sujeto “era el destinatario de todas las cargas” que había despachado Caballero, el encargo de traficar desde Paraguay a Mendoza.
El chileno tenía en su poder otras 80 dosis de esta peligrosa droga, que es 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina, y que, en la actualidad, representa una problemática global, a la que no es ajena la Argentina: recientemente 9 personas con neumonía murieran en el hospital Italiano de La Plata, en Buenos Aires, luego de que les suministraran este poderoso opioide sintético que también es consumido ilegalmente y es altamente adictivo.
La semana anterior a la detención de chileno, en el control de ruta “Gendarme Fermín Rolón” sobre la Ruta Nacional Nº 11, los efectivos del Escuadrón 16 "Clorinda" de Formosa detuvieron la marcha de un camión con semirremolque perteneciente a una empresa dedicada al servicio de paquetería y descubrieron una encomienda con 500 ampollas del potente fármaco opioide sintético.
A raíz de ese procedimiento, el Juzgado Federal Nº 2 de Formosa, en base a los datos otorgados por los funcionarios en donde informaban acerca del destino de la encomienda, dispuso que se realizara una entrega vigilada para dar con los autores del este caso de narcotráfico internacional, ya que se sospecha que el cargamento tenía como destino final la República de Chile.
El lugar de destino del paquete era la provincia de Mendoza, en donde los efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Mendoza”, logró detener a dos ciudadanos (uno de nacionalidad chilena y el otro argentino) cuando se presentaron a retirar las encomiendas.
Además, el magistrado interviniente ordenó que se realizara un allanamiento en la habitación de un hotel en el que se alojaba el extranjero, donde los gendarmes hallaron 80 ampollas de fentanilo que habría sido recibida bajo la misma modalidad.
Dado el contexto de la situación, el Juzgado Federal dispuso el decomiso de la totalidad del fármaco y la detención del involucrado, al tiempo que comenzó a investigar si el destino de la droga sería transportarla a Chile.