El drama de una familia sanjuanina damnificada por el terremoto que vive a la intemperie

Su situación se agravó por las lluvias luego de que su vivienda quedara gravemente dañada por el sismo.

Las lluvias perjudicaron aún más a quienes sufrieron daños en sus casas por el terremoto
Las lluvias perjudicaron aún más a quienes sufrieron daños en sus casas por el terremoto

Día a día se acumulan las historias de sanjuaninos que lo perdieron todo por el terremoto del pasado lunes 18 de enero. Como si fuera poco, entre el lunes y el martes de esta semana fueron varios los departamentos de la provincia en donde las lluvias no dieron tregua y golpearon aún más a los damnificados del fortísimo sismo. Canal 13 San Juan se acercó hasta calle Aberastain y Calle 15, Pocito, para retratar la situación y poder hablar con los vecinos más afectados de la zona.

“Ayer todo esto era agua, a la parte de la casa que quedaba la tuvieron que bajar porque no se podía habitar”, contó una mujer, que vive con su pareja y su pequeña bebé de dos años, al ser entrevistada. Además, ahondó entre lágrimas: “Ahora mi casa es una carpa, ha llovido y nos hemos tapado con nylon que es lo único que nos quedaba hacer. Pasar la noche con lluvia fue muy feo, tanto que se demoran para darnos una solución. No saben lo desesperante que es estar viviendo así, pasando calor, lluvia, con bichos, es muy feo. Del día lunes que fue el terremoto recién el día jueves se presentaron ayudarnos”.

“El Gobernador llegó hasta la curva no más, ni entró a mirar para acá. Fue hasta donde pudo, lo único que queremos es una solución rápida porque tenemos niños chiquitos que están insoportables porque no aguantan más el calor”, prosiguió. Además, expresó que tienen dificultades para comer y para bañarse: “Es muy desesperante estar con esta rutina de levantarse y tener que estar en la orilla de la calle, con el peligro de los vehículos. Queremos una solución rápida, nos han dicho que nos van a traer los módulos de aquí a 15 días pero tenemos que seguir esperando durmiendo así”.

“Estamos implorando que no lleguen vientos. Para comer le gente colabora y nos cocina, vivir en una carpa es muy feo, es como vivir en la calle sin nada. Gracias a Dios hemos recuperado algunas cosas pero hay gente que perdió todo’, prosiguió, y finalmente, concluyó: “Hay gente comiendo o durmiendo en la orilla de la calle, es lamentable todo lo que estamos pasando, lo único que queremos es una solución rápida”.