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Los audios de WhatsApp se convirtieron en una herramienta sustancial para establecer una conversación clara con nuestros contactos. Estas notas de voz tienen, para bien o para mal, una característica distintita: algunas voces son inconfundibles, o al menos muy reconocibles, y su difusión no autorizada dificulta desmentirlos.
Ocurrió con los audios falsos que sugerían que Diego Maradona había muerto tras el partido de la Argentina contra Nigeria en 2018; con la mujer que se escandalizaba porque la gente toma mate al aire libre en Nordelta; y pasó ahora con el audio de la diputada Fernanda Vallejos tras las PASO del domingo (que ella reconoció como verdadero).
El audio dura 11 minutos, y revalida otra “grieta” que hace mucho divide al mundo: están quienes creen que un audio debe ser, en lo posible, breve y conciso porque incluso con la herramienta reciente que ofrece WhatsApp (y que permite acelerar la reproducción a 1,5x o 2x) obliga a escucharlo en forma lineal, es decir, sin saltarse ninguna parte; y del otro lado, los que hacen de la oratoria un arte, al estilo de los cuentos de Luis Landriscina y las infinitas anécdotas que plasma Gabriel Lucero en forma de video para Gente Rota, y se toman todo el tiempo que sea necesario para contar, en un mensaje de audio, lo que quieren decir.
Pero ¿existe un límite a la extensión que puede tener un audio de WhatsApp? La compañía no lo informa en su sitio; hace algunos años era de 15 minutos, y hoy, para el iPhone, es de 30 minutos; en Android la duración está dada por las características del smartphone en el que se graba el audio, pero como mínimo es similar a la del iPhone.
En cualquier caso, lo que es importante entender es que como cualquier mensaje, una vez que se envía deja de estar bajo control del emisor: sea un audio o una foto de un cumpleaños, es imposible impedir que se filtre.