El Vaticano ya se prepara para conocer al nuevo líder de los católicos. La fumata blanca y negra ya tiene por donde comunicarse.
Colocaron la chimenea en el Vaticano para comenzar con el cónclave post muerte del papa Francisco.
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WebBajo la atenta mirada de las gaviotas, usuales habitantes de los techos vaticanos, los bomberos y personal especializado instalaron la tradicional y renovada chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano, que desde el 7 de mayo será la única protagonista del cónclave para conocer al sucesor de Francisco.
Esta chimenea tiene dos funciones importantísimas: La primera, quemar las papeletas con los votos de los 133 cardenales al término de cada sesión - sea o no elegido el nuevo obispo de Roma- y la segunda, la más importante y esperada, dar a conocer al mundo que hubo consenso, con la famosa fumata blanca.
Ubicada en uno de los rincones de la Capilla Sixtina, a lo largo de los siglos ha tenido modificaciones para mejorar su técnica de combustión y la manera de ensamblar sus tramos hasta el techo y poder lanzar esa "fumata" tan esperada.
La chimenea no está colocada de manera permanente. Las millones de personas que visitan la capilla a diario, no la ven. Solo se monta cuando fallece un Papa - o renuncia, como ocurrió con Benedicto XVI- y comienza el largo ritual entre los porpurados para elegir a su sucesor.
La estufa y la chimenea se ubican en el ángulo delantero izquierdo, siguiendo el orden del ingreso de los cardenales a la capilla (el público visitante ingresa por el extremo en diagonal cuando está abierta al turismo).