Un caso bajo investigación derivó en polémica a una de las empresas de Elon Musk. Se trata del reciente descubrimiento de la Armada de Colombia: completó la incautación de un "narcosubmarino" no tripulado, que está equipado con una antena de Starlink.
Según informó France 24, el sumergible no transportaba drogas. No obstante, la Armada de Colombia y fuentes de seguridad occidentales basadas en la región apuntan a que se trataba de "un ensayo de barco tripulado por parte de un cartel de tráfico de cocaína".
Las conclusiones de las autoridades de deben a que, durante las últimas décadas, los semisumergibles tripulados construidos en astilleros clandestinos se han utilizado para transportar cocaína desde Colombia hasta América Central o México. Sin embargo, el citado medio detalla que, en los últimos años, "han estado navegando mucho más lejos, cruzando los océanos Atlántico y Pacífico".
Semisumergible no tripulado entre dos buques de la Armada de Colombia
Semisumergible no tripulado entre dos buques de la Armada de Colombia.
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El hallazgo de la Armada colombiana marcó el primer descubrimiento de este tipo de "narcosubmarino" en aguas sudamericanas. De acuerdo a lo anunciado por el almirante Juan Ricardo Rozo, se trata de una embarcación vinculada al Clan del Golfo, la mayor organización narcotraficante de Colombia, con capacidad para transportar hasta 1,5 toneladas de cocaína.
En un video difundido por la Armada, se observa una pequeña nave gris con una antena Starlink instalada en la proa, lo que sugiere que la embarcación podría haber sido operada de forma remota. Sin embargo, este descubrimiento no es un caso aislado. En noviembre del año pasado, las autoridades indias interceptaron un barco controlado bajo el mismo método. Transportaba un cargamento de metanfetaminas valorado en 4.250 millones de dólares.
El almirante Rozo señaló que el uso de submarinos autónomos refleja la "migración de los traficantes hacia sistemas no tripulados más sofisticados" que son difíciles de detectar en el mar, "complicados de rastrear por radar e incluso permiten a las redes criminales operar con autonomía parcial". Por su parte, Juana Cabezas, investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz de Colombia, remarcó que "los barcos no tripulados dificultan que las autoridades localicen a los capos de la droga detrás de los cargamentos".