Dos de las asociaciones del referato mendocino (Acama-Sadra y UMA) vivieron sus respectivas celebraciones de fin de año.
Los árbitros festejaron “sus” campeonatos
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El árbitro es arbitrario por definición. Éste es el abominable tirano que ejerce su dictadura sin oposición posible y el ampuloso verdugo que ejecuta su poder absoluto con gestos de ópera. Silbato en boca, el árbitro sopla los vientos de la fatalidad del destino y otorga o anula los goles. Tarjeta en mano, alza los colores de la condenación: el amarillo, que castiga al pecador y lo obliga al arrepentimiento, y el rojo, que lo arroja al exilio. Los jueces de línea, que ayudan pero no mandan, miran de afuera. Sólo el árbitro entra al campo de juego; y con toda razón se persigna al entrar, no bien se asoma ante la multitud que ruge.
La semana pasada se llevaron a cabo las cenas de fin de año de dos de las asociaciones de árbitros que nuclean a los jueces mendocinos. Acama-SADRA y UMA (Unión Mendocina de Árbitros).
El jueves 7, en un salón de Rodeo de la Cruz, Guaymallén, la Asociación Civil Árbitros Mendocinos Asociados, que hoy tiene como máximo exponente a Fernando Espinoza, primero juez internacional egresado de la Escuela de Árbitros de la Liga Mendocina, reunió a sus afiliados para vivir un momento especial que se hizo extensivo a las familias de cada uno de ellos. Hubo un show musical (Charly y el Grupo Manantial), humor, regalos y mucha diversión en un festejo que contó con la presencia de los directores de la Escuela de Árbitros (Aldo Muñoz y Nelson Benites) dirigentes y periodistas.
El evento sirvió además para que la Comisión Directiva, encabezada por Espinoza (presidente), Alejandro Arco (secretario) y Adriel Araya (tesorero) entregara menciones en reconocimiento a los nuevos Instructores Nacionales: Nelson Benites, Luis Moreno y Germán Malovini. También fue reconocido Oscar Torrico, representante de Fadep, por su atención a los jueces en cada uno de los partidos de la Liga y a los dirigentes del Torneo Confraternidad. También fue homenajeado el recordado Pascual Páez, quien desempeñó durante muchísimos años la tarea arbitral.
Durante la reunión también se entregó menciones a los árbitros más votados en la terna compuesta por cada rubro. Mejor árbitro de Primera:
Sebastián Márquez. Mejor asistente de Primera: Matías Pira. Mejor árbitro de Inferiores: Alejandro Caltabiano. Mejor árbitro Futsal: Luis Moreno.
Recreación 2017: Franco Gachinat. Mejor compañero: Germán Malovini.
Por último, luego del baile, se sorteó una moto 0 km cuyo afortunado ganador resultó Eduardo García.
El viernes 8, en un recinto ubicado en El Sauce, Guaymallén, se llevó a cabo la fiesta de fin de año de la Unión Mendocina de Árbitros, agrupación que por primera vez llevó a cabo la celebración de manera más formal y con las respectivas familias de los jueces. También fue una noche plagada de momentos singulares, como regalos distintivos para las damas presentes, sorteos y dos shows musicales (Banda Viajera y Ladrón de Sueños), todo bajo la ardua tarea que realizó la Comisión Directiva compuesta por Paolo Conte (presidente), Alejandro Casá (vicepresidente), Iván González (tesorero), Rodrigo Mardones (secretario) y Nicolás Cannizzo (pro tesorero). Hubo un sentido y merecido homenaje a Pedro Castellino, quien estuvo acompañado por su hijo Diego (árbitro de la asociación) y su esposa. Además, se le entregó una plaqueta al presidente de la Liga Mendocina de Fútbol, Carlos Hugo Suraci, y a Gabriel Araujo por su destacado año como árbitro: se mantuvo primero en la tabla de méritos de la LMF y firmó pasantía con AFA para dirigir torneos federales.
En fin, dos noches que quedarán en la retina de los colegiados mendocinos que cada fin de semana se visten de negro (o de cualquier otro color) y, al igual que futbolistas y entrenadores, son protagonistas de nuestro fútbol de cada día.