El consumidor ha cambiado; se interesa más en conocer los procesos que llevaron a su mesa el alimento que está por comer y, en consecuencia, el sector productor está intentando adecuarse para satisfacer estas demandas. Detrás de este último objetivo está la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).
Aapresid es "una organización no gubernamental integrada por una red de productores agropecuarios que, a partir del interés en la conservación del suelo, adoptaron la difusión de un nuevo paradigma agrícola", según se definen. Para conocer más en detalle los nuevos programas de certificaciones y los estándares que buscan alcanzar para garantizar una producción sustentable, Los Andes dialogó con José Luis Tedesco, director adjunto de la Asociación.
-¿En qué consisten y qué buscan las certificaciones de Aapresid?
-Aapresid Certificaciones es un programa de implementación y promoción de distintos esquemas de certificación, todos orientados a la sustentabilidad agropecuaria. El esquema que venimos impulsando desde hace más tiempo es Agricultura Sustentable Certificada (ASC), además de la Norma Iram 14130 y al mismo tiempo Municipio Verde, que es un esquema de certificación orientado a municipios y toda la problemática periurbana. La Agricultura Certificada garantiza la sustentabilidad ambiental, económica y social.
-¿Por qué surgió la necesidad de fomentar estos programas?
-Esto tiene que ver con la misión de Aapresid, que es impulsar sistemas productivos sustentables de alimentos, fibras y energías a través de la innovación, la ciencia y la gestión del conocimiento en red. Entonces, la certificación de los sistemas productivos sustentables está muy alineada con esta misión.
Nosotros consideramos que hay una manera sustentable de producir, que no es algo que solamente nosotros pensamos sino que es medible. De hecho, la certificación tiene esta característica, ya que tenemos la posibilidad de medir la sustentabilidad, de entender qué tan sustentable es un sistema. Hay indicadores para esto, que apuntan a la sustentabilidad en los tres ejes: ambiental, económico y social.
-¿Qué beneficio trae al productor apegarse a estas prácticas?
-Primero tenemos que pensar que hay un beneficio colectivo. Hay un beneficio de parte de la empresa que está certificada hacia la comunidad.
Porque en la normativa hay cuestiones que hacen referencia a la no discriminación, a la equidad de género en los ingresos, a todo lo que tiene que ver con el uso de elementos de protección personal, al acceso de salarios justos, a que no haya menores implicados en la producción, que no haya trabajo esclavo.
Marca cosas que tendrían que ser obvias, pero en la mayor parte de nuestro sistema productivo no ocurre y la certificación da la garantía de que todo esto no ocurre en esa determinada empresa. Porque cuando hablamos de certificación hacemos referencia a un protocolo que una firma lo aplica y todo esto es auditado por una tercera parte, que no somos nosotros. Lo hacen los entes certificadores. Por esto decimos que cuando una empresa está certificada, está debidamente auditada, se dan muchas garantías de transparencia y cumplimiento. Además, el beneficio directo para el productor tiene que ver con una mejor gestión de la empresa, porque se vuelve más eficiente, ya que comienza a tener registros, más información acerca de su propio funcionamiento.
-Este protocolo ¿busca mejorar la actividad en todas sus áreas, no solamente a lo que se refiera a la siembra en sí?
-Exactamente. Es un sistema que engloba toda la actividad. Es un sistema de gestión de la calidad, que apunta a que la producción se haga con parámetros de calidad y que, al mismo tiempo, las personas involucradas en la producción también cumplan con estos estándares y lo mismo se busca desde el punto de vista ambiental.
José Luis Tedesco. Ingeniero agrónomo. Tiene un posgrado en agronegocios y alimentos (UBA). Es productor agropecuario. En Aapresid es director adjunto del programa de certificaciones, miembro de comisión directiva y del comité ejecutivo.