La modelo recibió graves críticas por su estilo de vida. En conversación con Mirtha Legrand aseguró que pudo vivir gracias a sus ahorros.
Luciana Salazar fue cuestionada públicamente por su estilo de vida ostentoso y la aparente falta de trabajo que lo sustente. A raíz de una entrevista reciente con Mirtha Legrand, donde respondió que vivía “de sus ahorros”, surgieron dudas sobre su situación financiera.
Semanas después, admitió en televisión que ya no podía pagar el colegio de su hija Matilda, lo que reavivó la polémica. Finalmente, reveló que recibió una compensación económica de su expareja, Martín Redrado, tras su separación, pero que ese dinero ya se agotó. Salazar afirma que Redrado se comprometió a pagar una cuota alimentaria que nunca cumplió, y asegura que tomará medidas legales para proteger los derechos de su hija.
La situación se dio a conocer a través del programa Puro Show (eltrece), donde la modelo declaró: “Yo solo quiero que se cumpla con lo que se firmó, que se cumpla con los derechos de Matilda, ni siquiera son míos”. También relató que su hija reacciona con disgusto al ver imágenes de Redrado: “Ella pregunta por él, de hecho al día de hoy cuando lo ve está como enojada con la situación, ve una foto y dice ‘no, sacalo, sacalo’”.
En paralelo a esta controversia, Salazar enfrentó una nueva ola de críticas tras publicar en mayo una selfie en sus redes sociales. En la imagen, sus seguidores observaron un cambio notorio en sus labios que generó preocupación y cuestionamientos por sus cirugías estéticas. Aunque siempre sostuvo que solo se operó el busto, las diferencias evidentes entre sus fotos actuales y las anteriores generaron rechazo en plataformas como X. Comentarios como “Se te va a caer la boca” o “Ya cruzó todos los límites” se multiplicaron con rapidez.
A pesar del escrutinio público, Salazar reafirma que sus elecciones estéticas son parte de su identidad. Tiempo atrás declaró que su obsesión con el cuerpo viene desde chica: “No lo hago por la mirada del otro, siempre fui así. Me gusta verme sexy y lo llevo desde pequeña, eso de gustarme a mí misma. Lo primero que hago frente al espejo es hacer una pose sexy y no encontrar el defecto. Busco en el espejo a una Luli sexy”.