Más de una vez subieron juntos el cerro Aconcagua (6.962 m) y en una ocasión, en 1978, hasta pernoctaron en la cumbre del Centinela de Piedra por tres días, para probar equipos que el año siguiente llevarían a la misión Manaslú (8.163 m) de 1979.
Guillermo Vieiro, andinista.
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En noviembre del año pasado y en ocasión del merecido reconocimiento público que el Gobierno de Mendoza hizo a Ulises Sila Vitale, por su trayectoria deportiva en las montañas del mundo y su defensa del ambiente, se recordó a nuestro papá -Guillermo Vieiro- de quien fue gran amigo y con quien compartió tantas cumbres y aventuras en la montaña.
Más de una vez subieron juntos el cerro Aconcagua (6.962 m) y en una ocasión, en 1978, hasta pernoctaron en la cumbre del Centinela de Piedra por tres días, para probar equipos que el año siguiente llevarían a la misión Manaslú (8.163 m) de 1979.
Lamentablemente, en 1985 nuestro papá falleció junto a Leonardo Rabal en el volcán Tupungato (6.570 m), tras escalar por primera vez la canaleta Este, y tuvieron el accidente en el descenso.
Ulises tomó la terrible tarea de encontrarlos y bajar sus cuerpos, junto a Fidel Lucero, a quienes estaremos inmensamente agradecidos por tal loable esfuerzo, que sin duda llevó a cabo con gran dolor.
Hoy nos ayuda a recordarlo, y siempre tiene palabras hermosas para hacerlo.
Nunca dejaremos de estar agradecidos, y estamos muy contentos de poder ir a visitarlos, luego de la expedición para recuperar la mochila de nuestro papá en el Tupungato.
Por Guadalupe, Rodrigo y Azul Vieiro