9 de diciembre de 2017 - 00:00

En Alvear arranca el Censo agrícola

De 1.700 explotaciones, 340 se encuentran abandonadas y de los 3.000 productores registrados dos décadas atrás, más del 30% ya no lo son.

"El agro está complicado". Ésa es la frase que se escucha con mayor asiduidad cada vez que se aproxima una nueva temporada de cosecha. Sin embargo hasta ahora era imposible discernir cuál era la dimensión real del problema del que tanto se habla.

Para poner blanco sobre negro, a fin de 2016 y principio de este año el municipio alvearense encaró un relevamiento completo con la finalidad de "sincerar" y con rigor científico, la situación del sector.

Los resultados del Censagro fueron "como lo veíamos a diario pero más duros de lo que esperábamos", afirmó Javier López, productor y además presidente de la específica de Agricultura de la Cámara de Comercio.

Una fuerte retracción de la cantidad de productores al igual que de las hectáreas implantadas, es parte de la síntesis del censo. Si se habla de números, de las 1.700 explotaciones censadas, 340 se encuentran abandonadas y de los 3.000 productores registrados dos décadas atrás, un tercio quedó en el camino.

"Según los datos del municipio el 52% de los productores tienen explotaciones de menos de 5 hectáreas". 

El Municipio alvearense se convirtió en el primero en la provincia en llevar adelante un relevamiento del agro bajo la modalidad de censo, es decir con barrido completo del territorio dentro de la zona bajo riego. El objetivo que se buscó fue traducir en datos estadísticos la situación del sector. La única vez que se había encarado una empresa similar fue en 1996 pero quedó inconcluso.

Hasta fines de 2016 cuando iniciaron la encuesta, los datos con los que contaban en la comuna eran los censos nacionales agropecuarios de 2002 y 2008 más los datos de organismos provinciales como el IDR o la Dirección de Contingencias. Sin embargo la información era muy dispar.

La unidad de medida que adoptaron fue la de explotación agropecuaria. Hace referencia a la propiedad (una o varias fincas distribuidas en el departamento) que está bajo la titularidad de un mismo productor y es destinada a la producción de bienes agrícolas, pecuarios o forestales con destino de comercialización. El sistema agrícola es esencialmente minifundista; el 52% de los productores posee un máximo de 5 hectáreas.

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