Los argentinos tienen más de 250.000 millones dólares en el “colchón”, por fuera del sistema financiero, según el último reporte del Indec divulgado hoy. Esas divisas están en el país o en el exterior, y pertenecen a argentinos o empresas argentinas que, en su gran mayoría, no están declaradas.
El Gobierno busca que esos dólares salgan del colchón, de las cajas de seguridad y del exterior, con su propuesta de que “todo argentino es inocente hasta que ARCA demuestre lo contrario”.
Si a los dólares billetes se le suman inversiones en bonos y títulos externos, propiedades en el exterior y reservas, el total de activos externos suma US$ 448.940 millones.
Según surge de las cifras oficiales, en ese caso el incremento responde a las inversiones en títulos de deuda y en fondos de inversión. Este tipo de inversiones subieron de US$ 91.200 millones a fines de 2023, a US$ 104.315 millones en marzo de este año.
“Al 31 de marzo de 2025, el total de activos externos propiedad de residentes fue estimado en US$ 448.940 millones, de los cuales US$ 251.788 millones correspondieron a moneda y depósitos; siguieron en importancia participación de capital y participaciones en fondos de inversión por inversión de cartera, con US$ 63.935 millones; participaciones de capital por inversión directa, con US$ 52.831 millones; títulos de deuda de inversión de cartera, con US$ 40.379 millones; y activos de reserva, con US$ 24.986 millones”, detalló el INDEC.
Años anteriores y profundización
En 2006, los “dólares del colchón” sumaban US$ 74.282 millones. Mientras que en 2009, cruzaron la barrera de los US$ 100.000 millones.
A comienzos de 2016 – en el arranque del gobierno de Mauricio Macri- totalizaban US$ 154.682 millones -declarados o no- y a inicios del gobierno de Alberto Fernández ya sumaban US$ 226.569 millones y alcanzaron los U$S 262.143 millones a fin de 2023.
dólares en el colchón dólar
El gobierno busca incentivar el uso de los "dólares en el colchón"
Todos estos números reflejan la enorme salida o fuga de capitales que se financió en parte con mayor deuda (por ejemplo, con el FMI y demás organismos internacionales).
El proceso se fue profundizando año tras año, en medio de una fuerte depreciación del peso, brecha cambiaria, bajo crecimiento y recesión, alta inflación, párate de la actividad económica agravado por la pandemia y las restricciones a la actividad, aumento de la informalidad e incremento de la pobreza de una parte creciente de los argentinos.
Con la gestión de Milei, luego de la devaluación inicial, el peso se fue apreciando y se encarecieron los bienes y servicios en dólares, y aumentaron las inversiones en fondos de inversión y títulos de deuda.
De este modo, mientras el Banco Central no tiene dólares, las divisas ‘sobran’ en billetes “bajo el colchón”, en propiedades o inversiones financieras en el exterior y en acciones o títulos de deuda de gobiernos o empresas extranjeras por una suma que se asemeja a la deuda pública nacional.
Todos esos fondos son privados y están en billetes o invertidos en fondos y monedas extranjeras y la deuda es del Estado Nacional. Buena parte “no están declarados” y se fueron acumulando a lo largo de los años fuera del sistema financiero local.
Estas cifras del INDEC surgen de los movimientos de la compra-venta de moneda extranjera del sistema bancario y financiero. También de la entrada y salida de fondos y capitales que se cursan a través del Banco Central, y de datos suministrados de bancos y entidades del exterior acerca de las propiedades, colocaciones o activos que tienen los argentinos en los países donde viven, y de estimaciones de movimientos de fondos, como sería el caso del turismo extranjero.