Con Donald Trump en el despacho oval de la Casa Blanca de EE.UU., una declarada guerra comercial del “Tío San” al “dragón chino” era inevitable, a este evento debemos adicionar a una Unión Europea que no logra hacer pie en un nuevo contexto geopolítico en el cual ya no tiene una participación activa, una porción importante de países del continente africano que busca nuevos aliados en Asia, los Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) ya ha tomado una decisión política y estratégica de estrechar lazos institucionales y comerciales con el país de la región que le disputa el liderazgo mundial a EE.UU. y América Latina que por lo que se puede inferir en el cierre del Foro China-CELAC, busca asegurar objetivos macroeconómicos y reconfigurar sus opciones de crecimiento, son los datos relevantes que ante la velocidad de los acontecimientos nos obliga a evaluar cómo serán los próximos tiempos, en realidad los meses venideros.
La guerra Ucrania – Rusia ya tiene vencedor, solo falta definir las condiciones que impondría la Duma rusa no Vladimir Putin, un presidente denostado por la prensa occidental, pero que ha demostrado más racionalidad política que la mayoría de los lideres de la UE y los políticos de los partidos mayoritarios de Estados Unidos de América.
En este escenario internacional Argentina no logra definir una línea de acción propia que muestre una interpretación de los hechos presentes y futuros. El presidente J. Milei al ejecutar o anunciar medidas “espejo” al accionar del presidente D. Trump expone una carencia de análisis riguroso para comprender y resolver los problemas políticos que lo rodean y poder mostrar coherencia e institucionalidad en el actual contexto internacional. La oposición que no tiene el mismo nivel de responsabilidad política del oficialismo, en estos temas está ausente, por lo tanto, no existe una interpretación ordenada de los acontecimientos vigentes del mundo y sus posibles derivaciones.
Los aranceles impuestos por el presidente Trump, no solo ha derivado en baja certidumbre en el comercio internacional también es un punto de inflexión que obliga a recalibrar las estrategias de las relaciones comerciales argentinas, no solo con EE.UU. sino con el resto del mundo. El 2024 Argentina exporto por un total de USD 79.703 millones, de ese monto las ventas al país del norte fueron equivalente al 8,05% (USD 6.418 millones) muy por debajo de las ventas a Brasil que representaron el 17,09%. Las importaciones fueron por USD 60.766 millones y EE.UU. participo en un 10,14% ocupando el tercer lugar luego de Brasil (23,51%9 y China (19,18%).
Mas allá de la postura adoptada por el presidente J. Milei de renunciar a integrar los BRICS, es necesario destacar que el 32,02% (USD 25.518 millones) del monto exportado se origina en los BRICS+ (a partir de enero/24 se incorporan al grupo original como socios plenos Irán, Egipto, Etiopia y Emiratos Árabes Unidos).
En el caso de las compras internacionales argentinas el monto de las mismas originadas en los países BRICS+ fue de USD 27.940 millones (46,0% del total general de importaciones). La balanza comercial con los nueve países BRICS+ es desfavorable para el país por la alta relación de intercambio con China y Brasil.
A la condición de país agroexportador, Argentina en los últimos años incorporo la exportación de minerales. Syngenta Agro (ChemChina) es la principal exportadora de soja, que conjuntamente a China Nacional Cereal, Oíl & Foodstuff Corporación (COFCO) que produce y comercializa principalmente maíz y trigo son proveedores de la República Popular de China. Ganfeng Lithium y Tsingshan Holdings, realizan extracción y procesamiento de litio, como también de níquel con destino al país asiático. Tanto en el rubro agrícola como el de los minerales las inversiones realizadas por las empresas chinas han representado volúmenes significativos.
La nación asiática es la mayor compradora de carne vacuna argentina y en septiembre de 2024 el Departamento de Cuarentena Animal y Vegetal de la Administración General de Aduana de China (GACC) informo la habilitación de cuatro frigoríficos argentinos para la venta productos de origen animal con destino a ese país con vigencia hasta septiembre de 2028. Las firmas son: Quickfood SA (propiedad de Marfrig Global Foods SA, una empresa brasileña líder en el sector de la carne), Mapar SA (propiedad de un grupo de inversores privados, con el Grupo Costantini como principal accionista), Refinería del Centro SA (propiedad del Grupo Beltrán, que elabora grasas y margarinas de origen bovino), y SA Importadora y Exportadora de la Patagonia (más conocida como La Anónima, propiedad de la familia Braun).
Es evidente que la guerra comercial declara especialmente a China y promocionada por D. Trump y su equipo como el evento de mayor trascendencia para el futuro de los ciudadanos norteamericanos, no ha tomado por sorpresa al Partido Comunista Chino (PCCh) y una clara demostración es el ambicioso proyecto de unir por vía férrea los puertos de Santos en Brasil con el de Chancay en Perú (Corredor Ferroviario Bioceánico Central), estas obras tienen por finalidad facilitar el transporte de productos agrícolas y minerales desde Sudamérica (porque el proyecto prevé una red logística de contacto con diversas áreas productivas de la región) especialmente Brasil hacia el mercado asiático, reduciendo los tiempos y costos.
Ante la verborragia y un accionar que intenta mostrar velocidad de reacción y ejecución por parte de occidente, China parece aplicar paciencia y una mirada de largo plazo en sus decisiones estratégicas, porque ellos marchan más lento, pero viajan más lejos.