14 de noviembre de 2025 - 11:02

Distinguieron a la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán por sus aportes y contención

Por su trayectoria y servicio a la comunidad, la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán recibió un reconocimiento de interés provincial en la Legislatura.

La Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán recibió en la Legislatura Provincial un reconocimiento por sus 25 años de trayectoria en el acompañamiento de pacientes oncológicos del Valle de Uco. El proyecto fue presentado por la diputada Flavia Dalmau, quien pudo recuperar historias luego de participar de la gala por el aniversario. Tras escuchar testimonios de pacientes, repasar material histórico y adentrarse en los desafíos que marcaron el origen de la institución, la iniciativa se plasmó en papel y se convirtió en el proyecto que fue aprobado.

“Nos avisaron que la declaración había salido y que querían que estuviéramos en la Legislatura. Fue muy emocionante”, cuenta Raúl Pechemiel, presidente de la Liga desde hace dos años. La distinción fue el 3 de noviembre recibida por integrantes de la comisión directiva.

"Este reconocimiento no es para una persona ni para una gestión. Es para todos los que pasaron por la Liga, para quienes pusieron tiempo, corazón y trabajo. Para quienes ayudaron en silencio”, resume Pechemiel.

Una institución que nació por necesidad y hoy se sostiene con vocación

La Liga nació alrededor de 1999, cuando un grupo de vecinos de Tunuyán, con familiares enfermos de cáncer, decidió organizarse para acompañar a quienes debían viajar a Mendoza para recibir quimioterapia, rayos o consultas. “En ese momento no había Oncología en el departamento, y la gente viajaba todas las semanas. Era un esfuerzo enorme, especialmente para personas con pocos recursos”, recuerda su presidente.

Cuenta, además, que las primeras reuniones fueron en la Cámara de Comercio, y más tarde en un pequeño espacio dentro de la terminal de ómnibus. El 5 de junio del 2000 quedó formalizada la institución, fecha desde la cual se cuentan los 25 años que se celebran este año. El primer presidente fue el bioquímico Rodolfo Guillén, acompañado por un grupo de vecinos que luego marcaría una serie de hitos decisivos.

Uno de ellos llegó en 2009, cuando la Liga logró tener su primera sede propia. Otro, aún más significativo, fue en 2014, cuando se realizaron las primeras quimioterapias en Tunuyán. Con cuatro sillones y el trabajo del oncólogo Mauricio Fernández, los pacientes del Valle de Uco pudieron evitar viajes constantes a la Ciudad de Mendoza.

“Los cuatro sillones no daban abasto. Era impresionante la cantidad de gente que necesitaba el servicio”, relata Pechemiel.

Liga de Lucha contra el Cáncer
Integrantes de la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán durante una jornada solidaria, en los años de consolidación del trabajo voluntario en el Valle de Uco.

Integrantes de la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán durante una jornada solidaria, en los años de consolidación del trabajo voluntario en el Valle de Uco.

En 2015 comenzó la construcción del Hospital de Día Oncológico en un terreno donado por la familia Navarro. Allí se separó la atención médica del área social, y en 2020 la Liga firmó un convenio con el Centro Oncológico Regional, institución que actualmente gestiona el servicio de quimioterapia, mientras la Liga mantiene el equipamiento y su rol social.

Actualmente, la entidad registra unas 150 asistencias mensuales a entre 50 y 60 pacientes. La ayuda incluye pasajes para tratamientos, bolsas de colostomía de alta calidad, camas ortopédicas, sillas de ruedas, oxígeno, concentradores, suplementos nutricionales y trámites de acompañamiento. Pero uno de los pilares más valorados es el acompañamiento psicológico que brinda contención a pacientes y familias. También se dictan talleres integradores, especialmente para quienes atraviesan tratamientos largos o situaciones de vulnerabilidad.

Voluntariado, sostenimiento y vocación de servicio

La Liga está sostenida íntegramente por voluntarios ad honorem. La comisión directiva tiene 15 integrantes y un núcleo más reducido lleva adelante la actividad cotidiana. “Nadie cobra nada. Al contrario, muchas veces ponemos de nuestro bolsillo. Pero la recompensa es enorme: la gente te abraza, agradece, y eso te llena”, cuenta Raúl.

La institución se mantiene con cuotas de socios, rifas anuales con premios -como autos 0 km-, donaciones de particulares y fondos derivados de multas judiciales que la comunidad suele elegir destinar a la Liga por su transparencia. Además, todos los gobiernos municipales han brindado apoyo logístico a lo largo de los años.

Liga de lucha contra el cáncer
Auto cero kilómetro frente a la sede de la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán, uno de los premios centrales de la tradicional rifa anual que permite sostener la tarea de la institución.

Auto cero kilómetro frente a la sede de la Liga de Lucha contra el Cáncer de Tunuyán, uno de los premios centrales de la tradicional rifa anual que permite sostener la tarea de la institución.

Pechemiel resume el espíritu de la organización en una frase que aprendió dentro de la comisión.

“No hay actividad humana más bella que ayudar al prójimo”. Ese principio, dice, es el que explica por qué, aún con dos trabajos y el desgaste acumulado, decidió renovar su mandato por dos años más. “Es gratificante, muy gratificante. Y mientras podamos seguir dando respuestas, vamos a estar”, concluye.

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