Con la venta de Franco Mastantuono al Real Madrid, River Plate se afirma como uno de los clubes productores de futbolistas que la rompen.
La salida de Franco Mastantuono significa mucho para River Plate. Desde el punto de vista de lo futbolístico, Marcelo Gallardo pierde a su principal pieza, pero en lo económico y en el renombre del club resulta un ejemplo más de una verdadera fábrica de talentos.
En los últimos años, el Millonario ha deleitado a propios y extraños con jugadores de elevado nivel para el deporte local, que rápidamente dieron el salto al primer plano del deporte mundial. Desde Julián Álvarez como la estrella del Atlético de Madrid hasta la veloz partida de Claudio Echeverri, la cantera parece inagotable y desbordada de grandes promesas.
Más allá de que en el pasado ya había vendido a muchos futbolistas al viejo continente, el que rompió el hielo para esta generación fue Exequiel Palacios. El volante central fue fundamental en la consagración de la Libertadores de 2018 ante Boca, y llamó la atención de varios clubes históricos. En 2019, fue el Bayer Leverkusen el que primereó para quedarse con sus servicios.
A partir de allí, los elencos del viejo continente pusieron a River como una de las prioridades para los mercados de pases. En 2020, fue Lucas Martínez Quarta el que salió hacia Italia. Un año después, Sevilla contrató a Gonzalo Montiel. Si bien estos dos casos están atravesados por no haber resultado del todo satisfactorios, lo que vendría sería mucho mejor.
La irrupción de dos cracks puso al Millonario en otro nivel. Enzo Fernández y Julián Álvarez se destacaron desde su arribo al plantel profesional, llegando en el corto plazo a Europa, y siendo importantísimos para la consagración de Argentina en Qatar. El volante pasó por Benfica y está en Chelsea, mientras que la Araña la rompe en Atlético de Madrid tras irse de Manchester City.
Cuando parecía que los talentos se agotarían por un tiempo prudencial, otras dos joyitas surgieron de la cantera. Los pocos partidos de un Claudio Echeverri que ya hacía ruido desde muy chico resultaron un golpe duro para el hincha, que no pudo disfrutarlo. Y sin poder recuperarse de esa salida, Real Madrid abrochó a Franco Mastantuono. Ahora nadie quiere perderse al próximo Julián o Enzo.