El sorteo de los grupos del Mundial 2026 le sonrió a la Selección Argentina, que compartirá zona con tres conjuntos de menor fuste. Uno de ellos es Austria, que intentará pelearle mano a mano a la Albiceleste la punta de la zona.
El conjunto europeo se medirá con la Selección Argentina en el Grupo J del Mundial 2026. Se trata de un equipo sólido, que intentará dar pelea.
El sorteo de los grupos del Mundial 2026 le sonrió a la Selección Argentina, que compartirá zona con tres conjuntos de menor fuste. Uno de ellos es Austria, que intentará pelearle mano a mano a la Albiceleste la punta de la zona.
El cuadro europeo será el rival más exigente para los de Scaloni. Se trata de un equipo en crecimiento, bajo el mando de Ralf Rangnick desde abril de 2022. A los 65 años, el entrenador alemán aporta una trayectoria extensa, construida en clubes como Stuttgart, Hannover 96 y Hoffenheim, además de su destacado trabajo en el Schalke 04, donde conquistó la Copa de Alemania en 2011.
Su reputación internacional como uno de los pioneros de la presión alta le otorga un sello distintivo al seleccionado, que encontró en él claridad de ideas y un proyecto sólido.
El recorrido de Austria para meterse en la Copa del Mundo fue integrando el Grupo H junto a Bosnia-Herzegovina, Rumania, Chipre y San Marino, donde no tuvo problemas para sumar una racha de cinco victorias consecutivas, incluida la histórica goleada 10-0 ante San Marino. Marko Arnautovic fue figura sobresaliente en ese partido, marcando cuatro goles para convertirse en el máximo artillero histórico del país.
Pese a ese arranque implacable, una derrota en Rumanía obligó a Austria a jugarse la clasificación en la última jornada frente a Bosnia-Herzegovina. El 18 de noviembre de 2025, en el Estadio Ernst Happel, el público local sufrió cuando Bosnia abrió el marcador temprano, pero Michael Gregoritsch apareció para sellar el 1-1 que confirmó el esperado regreso del equipo a la Copa Mundial.
El historial reciente entre Argentina y Austria es breve: un triunfo argentino 5-1 en 1980 y un empate 1-1 en 1990, ambos en Viena. Hoy, sin embargo, el presente demuestra que será un contrincante diferente. Para Argentina, será el choque más complicado del grupo.