Nico Vázquez y Gimena Accardi contaron que perdieron todo pero que están agradecidos de estar vivos

La pareja sobrevivió de milagro al derrumbe de un edificio en Miami. Publicaron un mensaje en las redes para tranquilizar a sus seguidores.

La pareja aun se encuentra en Miami, esperando por resolver lo sucedido.
La pareja aun se encuentra en Miami, esperando por resolver lo sucedido.

Nico Vázquez y Gimena Accardi fueron testigos y sobrevivientes del terrible accidente de un derrumbamiento en Miami. Los artistas estaban en el condominio que se vino abajo en la madrugada de este jueves, una tragedia que provocó al menos una muerte y muchos heridos.

Se salvaron, porque Dios es grande. Me contaron que dejaron el auto en la cochera, se subieron al ascensor y sintieron el ruido. Gimena le dijo a Nico que salgan. Por sus propios medios salieron y se fueron al hospital porque ella tenía un chichón en la cabeza. Ahí los atendieron y les dieron el alta”, contó un argentino propietario de muchos de los departamentos que quedaron destruidos y conocido de la pareja.

Luego de un largo audio, de 4 minutos, que Vázquez mandó para tranquilizar respecto a la situación que hoy vivían, explicó que a pesar del shock, no eran ellos las verdaderas víctimas. El mensaje fue reafirmado cuando esta mañana ambos publicaron el mismo mensaje por sus redes, en donde contaron que solo “tienen lo puesto”, pero que agradecen por el milagro que los salvó.

Instagram Stories.
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El relato de Nico Vázquez sobre lo sucedido

“La verdad que seguimos en shock, pero no quiero ponernos a nosotros en el rol de los más importante, porque acá hay gente que está desaparecida y gente que está muerta”, se le escucha decir al inicio del audio. “Esto lamentablemente continúa para muchos seres queridos que van a tener que sufrir esa pérdida. Vivimos un momento muy fuerte con Gime”.

Nico explica que fue Gimena quien le “hace caer en la cuenta de lo cerca que habíamos estado de no contarla”. Unos minutos después incentivó a quienes estaban con él de cruzar la calle, justo cuando vino el segundo estruendo, que en sus palabras era “imposible de relatar, porque no lo habíamos escuchado nunca en nuestras vidas”.

“Estábamos uno al lado del otro y no nos podíamos ver”, relata con la voz a punto de quebrarse. Ambos agradecen su suerte y providencia, por poder contar hoy lo sucedido y no estar entre el número de víctimas.

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