Alberto Cormillot decidió ponerle a su próximo hijo el mismo nombre que tiene su perro

Su mujer, Estefanía Pasquini, se encuentra en le tercer mes de embarazo. Ya revelaron que se trata de un varón, pero el nombre comienza a ser un problema.

La pareja se lleva 47 años de diferencia.
La pareja se lleva 47 años de diferencia.

Si no eran polémicas ya sus declaraciones de llegar a los 100 años para ver a su último hijo cumplir 18, Alberto Cormillot ha dado un nuevo debate para discutir: reveló que el nombre que quiere para el bebe que tendrá con Estefanía Pasquini es el mismo que tiene su perro.

Hace poco confirmaron que en el último control ya les dijeron que su primer bebé juntos será un varón y que ya han comenzado a pensar en las posibilidades para el nombre, una de las primeras aventuras del embarazo en que los padres se embarcan. “Ya podemos confirmar que es un varón. Eso sí... Alberto terminó de caer y se dio cuenta de que Álvaro no le gusta tanto”, comentó la flamante madre, que es 47 años menor que el famoso nutricionista.

Al parecer, “Álvaro” era la primera opción, pero ya ha sido descartado. Sin embargo, la pareja está teniendo ciertos conflictos en coincidir. Porque Cormillot cambió de opinión y decidió que una de sus opciones preferidas era Emilio, el nombre que llevaba su papá. Pero tienen un problema...

El nombre del perro

Fue a través de unas Stories que revelaron el problema que se les presentaba. “Este perrito es mío y se llama Emilio porque me encanta”, puso Estefanía en la primera Storie donde se ve su perro. En la siguiente, todo explotó.

Instagram Stories.
Instagram Stories.

“Éste es mi marido, quien se dio cuenta de que va a ser papá de un nene y le quiere poner como su papá... que resulta que se llama como mi perro”, dice en la foto en donde sale abrazada a su marido, dándole un beso en el cachete.

Instagram Stories.
Instagram Stories.

Pero lejos de hacer un lío, ambos se lo han tomado para las risas. En las otras publicaciones, la nutricionista puso diálogos como si las mascotas hablaran. “Y acá estoy yo como un boludo, viendo como estos dos me quieren cambiar el nombre”, estaría diciendo su perrito. Mientras su gato se regocija en zafar del problema: “Yo por suerte zafé y me voy a seguir llamado Felipe”. Ya se verá en que queda este conflicto.

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