2 de junio de 2025 - 19:25

Florencia Bonelli: "El dolor siempre te sirve"

La exitosa escritora cordobesa pasó por Mendoza y mantuvo una charla íntima y distendida con Los Andes. Lo que más disfruta y cómo crea sus historias y personajes.

Florencia Bonelli, la escritora bestseller que genera pasiones en tantas lectoras -y también lectores- estuvo en Mendoza. Vino a presentar su última creación: el tercer libro de su trilogía La Casa Neville : Yo soy el viento.

La escritora viajó desde Suiza, donde vive, y accedió a una distendida charla con Los Andes, que también compartió Miguel, su esposo y gran compañero.

-¿Cuál es para vos la clave de tu éxito?

-Y yo escribo con el corazón en la mano. Con pasión y con una sinceridad muy grande. Yo me senté a escribir porque quería escribir. Porque me desbordaba la historia. Yo era contadora pública.

-Y cambiaste radicalmente de carrera. ¿Antes no habías tenido esa pulsión?

-Nunca jamás. He sido lectora compulsiva desde que me acuerdo. Desde muy chiquita. El otro día nos acordábamos con mi hermana: llegábamos de bailar a las 6 de la mañana y vos te ponías a leer, me decía. Leería poco, no sé, 20 minutos y me dormiría. Pero si no, no puedo dormir, es un hábito muy fuerte que tengo. Pero escribir, nunca. Escribí a los 27 años, cuando llega este libro a mi vida. Lo encontré en la casa de mi suegra, El Árabe. Y yo me senté a escribir porque me salía la historia por los poros. Fue una cosa arrolladora esa certeza de hacer algo y ha sido lo que me ha guiado siempre

-¿Y seguiste en esa primera etapa con tu trabajo en las ciencias económicas?

-Dejé un año más tarde de sentir eso. Lo hablamos con Miguel, mi esposo, me dijo, "si vos creés en esto...", que hace 26 años atrás era una utopía. Sí, creo. Bueno, larga todo y nos vamos. Yo ganaba más que él, ahorrábamos bastante. Y así fue como largué todo y me dediqué a esto. Yo creo que cuando uno sigue esa pasión, cuando tenés esa certeza, es muy raro que no te vaya bien. Pero no todo el mundo experimenta esa pasión, yo sé que fue un don que yo recibí, fue todo muy místico.

Florencia Bonelli
Florencia Bonelli

Florencia Bonelli

-Tus mujeres son mujeres empoderadas ¿Vos lo pensás de antemano como un mensaje o la búsqueda de generar algún cambio?

-Son las que me salen. Porque nunca me senté a escribir para darle lecciones ni adoctrinar a nadie. Me senté a escribir porque me salía la historia por los poros. La única vez que me senté a escribir porque quería contarle a los adolescentes de esta herramienta maravillosa que es la astrología es la serie Nacida. Porque dije, si yo hubiese sabido lo estupenda herramienta de autoconocimiento que es la astrología a los 15 años, me hubiese ahorrado muchos problemas. Yo me doy cuenta que son mujeres fuertísimas. Todas han tenido que pasar por desafíos terribles, creo que es el tipo de mujer que admiro.

-¿Cómo surge la idea para un relato?¿De dónde viene la inspiración?

-Nunca sabés de dónde surge. Quizá los escritores tenemos las antenas muy alertas. Es un proceso notablemente caótico, anárquico. Que yo, que soy una persona a la que le gusta tener todo bajo control, a veces sufro. Y cada vez que lo inicio tengo que aprender a dejarme ir con ese proceso, decirme: tranquila. Ahí vamos, del caos al orden. Y lo vivo con mucha intensidad. Pero es muy difícil de explicar, no hay lógica. Ese es el secreto, que no hay lógica. No tenés una intención de crear algo, es como una cosa que te baja de repente. Y el cosmos, el destino, el universo, no sé cómo quieras llamarlo, te va guiando

-¿Y los personajes?

-Los personajes nacen de mí. Son hijos míos. Sobre todo ellas, ellos son siempre un poco los que las acompañan a ellas. Ellas siempre son estas mujeres valientes. Como yo soy muy miedosa, entonces siempre creo lo opuesto a mí. Siempre estoy creando personajes como a mí me gustaría ser.

-¿Y te ha servido para encontrarte con eso que buscas para vos?

-Sé muy bien lo que debería ser yo. Lo que pasa es que, bueno, como soy miedosa, insegura, etcétera, no es fácil. Sabemos lo que queremos.

-¿Pero encontrarte con esos personajes no ha sido un proceso transformador?

-Ha sido un proceso transformador la vida misma para mí. Los personajes han ido evolucionando conmigo y han ido creciendo conmigo. No te olvides que yo empecé a escribir a los 27 años, era muy jovencita, muy dormida, no tenía mucha conciencia de lo que es el mundo, ni lo que es la vida, ni el misterio de la vida. A hoy son 25, este año es el 26 ya de carrera, hay una evolución. Es la vida misma: cómo uno quiere ser siempre más consciente y eso es ser mejor persona,siempre poner al otro primero.

-Vos hacés todo un proceso de investigación. ¿Cuánto te lleva generalmente ese proceso hasta que terminás el libro? Y ¿Te lleva más el proceso de investigación o la escritura?

-El proceso de investigación me lleva mucho más tiempo. Puedo estar dos, tres años investigando. Muchas veces me tengo que poner un límite porque si no sigo investigando y nunca empiezo a escribir. Soy bastante metódica, termino uno y empiezo el otro. Me gusta tanto uno como otro. Me encanta compartir esa información que obtengo.

Bonelli íntima

-¿Qué experiencias te han marcado en la vida?

-Una dolorosa fue la muerte de mi sobrino, el hijo de Carolina. Al cual le dedico todos mis libros. Porque él justo falleció ese año que yo publico por primera vez. Entonces, le prometí que le iba a dedicar todos mis libros. Pero más que una experiencia que me marcara, fue el contacto con el dolor.

-¿Te sirvió?

Sí, sí, sirve. El dolor siempre te sirve. La herida es la grieta por donde penetra la luz, dice el poeta Rumi, pero no lo entendí en aquel momento, era demasiado joven y estaba demasiado dormida, lo vas entendiendo después. Conocerlo a Miguel fue una experiencia, un antes y un después, porque yo siempre digo que lo conocí a él para ser escritora. Estudié Ciencia Económica, una de las carreras más inútiles existentes, nefasta, solamente para conocerlo a él, porque a través de él, el libro que me hizo querer escribir lo encontré en su casa. Y una noche después de haber terminado de leer ese libro, yo le decía a él cenando en casa, después de haber trabajado todo el día, ese libro que encontré en tu casa, que le pedí prestado a tu mamá, me genera una imagen, una escena y unos diálogos y unas cosas. Y él me dijo, y escribilas. Bueno, tuvimos que salir a comprar computadora, porque en esa época no teníamos todavía. Estoy hablando del año 97, 98, no era común tener computador en casa. Así que ese fin de semana fuimos a comprar la compu para que yo pudiera empezar a escribir y empecé esa semana.

La escritora cordobesa Florencia Bonelli.
La escritora cordobesa Florencia Bonelli.
La escritora cordobesa Florencia Bonelli.

-¿De qué disfrutás?

-De mi casa, de leer y de estar con Miguel, tranquila en mi casa.

-¿Hace cuánto que están juntos?

-34 años.

-Mucho, un desafío sostenerlo.

-Se sostiene con dos cosas. Amor, básico, pero amor del bueno. Donde el otro va siempre primero. Y después, diálogo y paciencia. Esa es la receta. Diálogo y paciencia. Pasa que hoy hay poco diálogo y paciencia.

-¿Qué cosas elegís para tu tiempo libre?

Además de leer, amo cocinar.

-¿Alguna especialidad?

-Sí, me encanta hacer guisados, de todo tipo. Pero mi debilidad es lo dulce. Para prepararlo y para comerlo. El chocolate, por supuesto, pero yo extraño mucho el dulce de leche. Yo creo que nosotros en la Argentina tenemos la mejor pastelería del mundo, gracias al dulce de leche. Así que extraño, el chocolate es un gran don que nos dio la naturaleza, pero el dulce de leche es mi primer amor.

-¿Qué te debés en la vida?

-Quiero ser mejor persona, más sabia, más tranquila, fluir más con la vida, dejar de querer controlar todo.

-¿Qué no escribirías nunca?

-Una de las cosas que aprendí a lo largo de mis 54 años es nunca digas nunca. Hace muchos años dije, nunca voy a escribir la continuación de Lo que dicen tus ojos. Escribí Caballo de Fuego y fue uno de mis libros más conocidos. En principio te digo, no me nacería escribir fantasy, soy demasiado tierra, demasiado realista, demasiado cerebral. Un final triste no escribiría y me atrevo a aplicar el nunca. Leer un libro de este tipo es todo un viaje, en donde vos lo vivís, te hacés amiga de los personajes, hermana, prima, novia, todo. Y después llegar al final, que sea triste o abierto, no le podría hacer eso a mis lectores jamás.

¿Algún libro que escribiste al que no le ponías fichas?

Jamás. Yo soy la lectora, la primera lectora de mis libros. Si el libro me gusta sé que voy a tener coincidencia con las lectoras, porque en realidad me defino como una lectora que escribe, no una escritora. Simplemente me senté a escribir lo que me hubiese gustado leer.

El último trabajo: La Casa Neville

-¿Cuál fue el germen de la última trilogía?

-Hablar sobre el sistema financiero. Es un mundo bastante de élite y que lo conocen pocos. En la facultad no te lo enseñan. Así que tuve que investigar, porque el sistema financiero como lo conocemos hoy, nace en esa época:entre fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Mi libro está ambientado en 1830, empieza la historia, con la Casa Neville, que es el gran banco, la gran banca inglesa, pero con ramificaciones en todo el continente europeo. Y el desafío era muy grande, porque que la protagonista fuera una banquera, era verosímil, fui descubriendo cosas que no imaginé nunca, como que había mujeres banqueras.

-¿Siempre fueron tres libros?

-Siempre es más de uno, porque la capacidad de síntesis la perdí con los años. Pero no sabía que iban a ser tres, seguro dos.

-¿Qué tiene de particular el último, si tuvieras que destacar algo de ese?

-Que no te da respiro. No me dio respiro a mí cuando lo escribí, porque era tal la cantidad de cabos sueltos que había dejado en la primera y la segunda parte, que tenés que ir atando todos los cabos.

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