Salar la carne en el momento justo es clave para un asado perfecto. Descubrí cuál es la mejor técnica según los expertos en parrilla en Argentina.
Cuándo y cómo es el momento perfecto para salar la carne en un asado argentino
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La carne es el protagonista de cualquier buen asado en Argentina, y uno de los debates más frecuentes es cuándo agregarle sal para lograr la textura y el sabor ideal. Algunos prefieren hacerlo antes de la cocción, mientras que otros aseguran que es mejor después.
Sin embargo, los expertos coinciden en que el momento exacto en que se sala puede influir en la jugosidad y el dorado de la carne. Para lograr una carne tierna y sabrosa, el mejor momento para salar depende del efecto que se quiera conseguir.
Si se agrega sal gruesa antes de la cocción, al menos 40 minutos previos, la sal penetra en la carne, extrayendo los jugos y reabsorbiéndolos, lo que intensifica el sabor sin resecarla. En cambio, si se pone justo antes de llevarla a la parrilla, se consigue una costra crocante pero menos penetración en la fibra.
En el caso de salar después de la cocción, se conserva mejor la humedad interna, pero el sabor de la sal queda en la superficie. Esta técnica es recomendable para cortes finos o aquellos que se cocinan rápido, ya que evita que pierdan jugos durante la preparación.
En los asados argentinos, la técnica más recomendada es salar la carne justo antes de ponerla en la parrilla o unos minutos antes. Esto permite lograr un equilibrio entre la absorción de sabores y la costra dorada que tanto se busca en un buen asado.
Otro consejo clave es utilizar sal gruesa o en escamas, ya que la sal fina penetra demasiado rápido y puede secar la carne. Además, es importante esparcirla de manera uniforme para evitar zonas demasiado saladas o insípidas.
Para un asado impecable, es fundamental controlar la temperatura de la parrilla: el fuego debe estar moderado y las brasas bien distribuidas. Nunca hay que pinchar la carne, ya que perderá sus jugos, y siempre se recomienda darle la vuelta solo una vez. En Argentina, un buen asador también sabe que la paciencia es clave para lograr una cocción perfecta y sorprender a todos con un corte jugoso y bien dorado.