Con precios de 0 km que no paran de subir, muchos argentinos priorizan autos duraderos, de bajo mantenimiento y con buena cotización de reventa.
A la hora de comprar autos en Argentina, cada vez más personas priorizan dos factores clave: que el vehículo no dé problemas mecánicos y que se pueda vender fácil más adelante. En este contexto de inflación y falta de repuestos importados, los modelos con buena reventa y mecánica confiable marcan la diferencia.
Estos cuatro autos, todos aún en producción, cumplen con creces ambos requisitos.
La Toyota Hilux sigue siendo una referencia en el segmento de las pick-ups medianas. Fabricada en Zárate, ofrece una mecánica robusta, especialmente en sus versiones con el motor 2.8L turbodiésel, con 204 CV y 500 Nm de torque.
Rara vez necesita reparaciones, incluso con uso intensivo. Cuenta con versiones 4x2 y 4x4, transmisión automática o manual, y equipamiento de seguridad completo, como 7 airbags y Toyota Safety Sense en las variantes más equipadas.
Además de ser ideal para el trabajo, su valor de reventa es altísimo, incluso con muchos kilómetros encima. En zonas rurales y urbanas es igualmente buscada.
El Volkswagen Polo Track reemplazó al Gol como entrada de gama, pero heredó su espíritu indestructible. Con el conocido motor 1.6 MSI de 110 CV, no tiene complicaciones electrónicas ni mantenimiento costoso.
Es ideal para uso urbano, con un consumo razonable y gran resistencia mecánica. Viene con 4 airbags, control de estabilidad y asistente de arranque en pendiente, lo que lo vuelve seguro sin encarecer el producto.
Sus repuestos son accesibles y su diseño discreto lo convierte en un modelo que se revende sin esfuerzo.
El Toyota Yaris, tanto en versión hatchback como sedán, es uno de los autos más equilibrados del mercado argentino. Mecánicamente utiliza un motor 1.5 con 107 CV, transmisión CVT confiable y un consumo muy contenido.
Tiene siete airbags, control de estabilidad, y en las versiones más completas agrega asistencias como alerta de cambio de carril o pre-colisión frontal. Pese a ser un compacto, su nivel de calidad interior y tecnología es alto.
Con servicio postventa garantizado en todo el país, es una de las opciones con mejor reputación de durabilidad y alta reventa.
La última generación del Renault Sandero, fabricada sobre la plataforma CMF-B, mejoró notablemente en seguridad y calidad general. Su versión más confiable usa el motor 1.6 SCe de 115 CV, que no presenta fallas crónicas y responde bien para el uso diario.
Tiene baúl amplio, buena habitabilidad y mantenimiento económico. La nueva transmisión CVT en versiones full funciona con suavidad y sin sobresaltos.
Además, al ser un modelo accesible, tiene una base de usuarios que asegura la reventa en el mercado de usados.