Si bien en otros años la paritaria vitivinícola ha llegado a cerrar a fines de agosto, en 2024 los trabajadores de viña y de bodega recibirán una recomposición de sus ingresos con los salarios de marzo. El aumento será de un 110%, que se pagará en dos veces -la segunda, con los sueldos de abril- y existe el compromiso de volver a sentarse para una revisión dentro de meses.
El secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines), Juan Carlos Aguirre, comentó que, para ellos, el cierre de la paritaria ya se produjo ayer. Y que, si bien falta que una de las tres cámaras empresarias lleve los últimos números a sus asociados, existe la posibilidad de cerrar con disidencia. La próxima reunión, en la que se sellaría el acuerdo, está prevista para el lunes.
Aguirre celebró que hayan podido acordar los primeros días de marzo y que los trabajadores vitivinícolas vayan a recibir el primer aumento con los salarios de este mes. Explicó que la paritaria vitivinícola, en realidad, comienza el tercer mes del año, pero el gremio solicitó empezar a negociar en febrero, por la elevada inflación que hubo desde noviembre.
La suba es del 110%, tanto para los empleados de viña como de bodegas, que se pagará en dos cuotas: la primera con los salarios de marzo, en unos días más, y la segunda, en abril. Además, las partes se han comprometido a volver a reunirse en dos meses, para una revisión según cómo evolucione la inflación.
“Teníamos muy bajo el sueldo y hemos logrado una recomposición importante. Hace muchos años que no se daba esto”, celebró Aguirre. Y detalló que, con este incremento, el salario de un empleado de viña parte de los $480 mil, incluyendo los ítems no remunerativos, y el de bodega alcanza los $518 mil.