Ciclo Pilares: el error como parte del camino que lleva al éxito

En una entrevista distendida, el enólogo Alejandro Vigil habló sobre la importancia de ir ajustando los proyectos, sin perder de vista el objetivo, y de conformar buenos equipos

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Cuando se habla de casos exitosos, en general el foco está puesto en el momento final. Es decir, cuando se alcanzó ese éxito buscado. Sin embargo, uno de los ejes que se mencionó en reiteradas ocasiones en el encuentro de Innovación y Talento, el primero del ciclo Pilares, organizado por Los Andes, fue la importancia de aceptar el fracaso. El enólogo Alejandro Vigil aseguró que convive con la sensación de que cada día está fracasando.

Vigil fue uno de los invitados a participar de este ciclo de debate y fue entrevistado por Leonardo Rearte, prosecretario de Redacción de Los Andes, para analizar “El camino de la evolución: apuesta, error y éxito”. La charla lo llevó a recordar sus orígenes y a reflexionar sobre cuáles son las claves para desarrollar emprendimientos que funcionan.

Aunque muchos lo conocen por haberse ganado el título del “Messi del vino”, él eligió bromear sobre eso y recordar que el reconocimiento nacional llegó en los mismos días en que Argentina perdió contra Chile en la Copa América. Aunque resaltó que todo lo que implique que Mendoza gane notoriedad a nivel nacional e internacional repercute positivamente en la provincia, en la industria vitivinícola y en el turismo.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Pero también subrayó que las posibilidades de crecimiento no se vinculan con las figuras, sino con los equipos de trabajo y que todos sus proyectos han estado basados en eso. Y también en reconocer que uno no entiende de todos los temas y que por eso es importante tener especialistas. En este sentido, señaló que, para uno de sus emprendimientos más recientes, el de comercialización de agua mineral, convocó a profesionales que conocen de esta materia que para él es ajena.

Asimismo, se mostró conforme con el hecho de que jóvenes que comenzaron a trabajar con él en la industria vitivinícola, hoy siguen en el sector y forman parte de grandes proyectos. Destacó que son personas capacitadas que no se fueron del país, sino que se quedaron en Mendoza, para seguir aportando y creciendo.

Y, consultado sobre si el talento es un costo o una inversión, no dudó en responder que aquellos que lo ven como un costo tienen un negocio, pero no una empresa, porque su visión es de corto plazo. De hecho, señaló que en su equipo tiene personas que trabajan con él desde hace muchos años y que, cuando algo no sale bien, se plantea primero que él mismo se equivocó en la tarea que le asignó a ese colaborador.

Vigil señaló que, para innovar, es importante capacitarse afuera, viajar, entender qué está pasando en el mundo. Y también, animarse a pensar de otra manera. Así, resaltó que hoy hay vinos de U$S 100 dólares en las góndolas de supermercados de todo el mundo. Pero que también él mismo, con el agua mineral que quiere empezar a envasar en San Carlos, se plantea por qué no puede competir con las grandes marcas mundiales, si se trata de un agua de deshielo, de 4.000 años.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Pero esto no parece alejar sus pies de la tierra. El ideólogo de Universo Vigil, un conjunto de empresas que incluyen gastronomía, olivicultura, horticultura y hasta elaboración de cerveza, asegura que tiene la sensación de estar fracasando permanente, porque todos los días tiene un fracaso. Pero que entiende que eso le permite volver a mirar el proyecto, pulirlo, trabajar sobre el concepto inicial.

Confiesa que hubo vinos que creyó que iban a ser un éxito, pero en dos meses desaparecieron, aunque también hubo otros que tuvieron algunas dificultades en el mercado, pero desde Catena Zapata siguieron adelante, cambiaron estrategias y hoy han ganado un espacio que no habían anticipado, como sucedió con Nicasio.

En cuanto a la recomendación que siempre se les suele pedir a quienes podrían calificarse de “emprendedores seriales” para aquellos que recién están empezando a recorrer el camino, Vigil insistió en la importancia de armar buenos equipos y de mirar el largo plazo. Esto lo llevó a un breve viaje al pasado, para ilustrar la necesidad de tener un objetivo.

Así, recordó cuando vivía en El Carrizal, tenía un viejo Peugeot 504 y el baño de la casa tenía una grieta por la que se veía hacia afuera. Él trabajaba en el INTA, en el área de suelo y riego y estaban pensando cómo cambiar la vitivinicultura. Su esposa, recuerda, vendía repollitos de Bruselas, en bolsa, en la feria. Pero un día tuvieron 30 hectáreas plantadas y fueron sumando personas. “Hay que creer en la capacidad de la gente”, aseguró.

Cabe recordar, fueron Main Sponsors de esta primera edición: Telecom, Lorenzo Automotores, Municipalidad de Godoy Cruz, Avatar Mendoza, Bodega Trapiche y Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Acompañaron: Radio Mitre Mendoza, Punto a Punto, Universidad Nacional de Cuyo, Coninagro, ProMendoza y Asociación de Ejecutivos de Mendoza.

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