El policía involucrado en un hecho confuso hoy es inimputable

El forense que trabaja con el subcomisario que el viernes mató a un menor en un enfrentamiento ocurrido en San Martín, determinó que el estado neurológico actual del efectivo no es bueno por lo que, momentáneamente, debe ser considerado inimputable. Además se evaluará si cuando disparó ya tenía daño cerebral producto de los piedrazos que recibió. De todas formas, su situación judicial está sujeta a lo que determinen los profesionales de la salud, por lo que podría variar.

Según los médicos que trabajan con el subcomisario Marcelo Gatica, el estado neuronal que presenta por estas horas el policía no es el mejor. Y esto se lo atribuyen a los piedrazos que recibió en su cabeza el viernes, durante un enfrentamiento en el que murió el menor Brian Cuello (17).

Gatica ya fue dado de alta y se recupera en su casa del Este provincial -donde hay una consigna policial-, pero aún hay riesgo de que presente secuelas cerebrales. Su actualidad es preocupante: de a poco recupera el habla, no recuerda cómo fue el hecho ni tampoco algunos detalles de su vida privada. “Pudo identificar que estaba internado pero creía que había sufrido un accidente”, dijo una fuente a Los Andes.

Dado este cuadro mental es que el forense lo declaró inimputable. Pero esta situación es momentánea y podría revertirse, todo depende de su evolución.

A partir de este cuadro se presentan dos posibilidades: una, que el policía de a poco recobre los recuerdos perdidos y recupere su salud mental, lo que lo obligaría a enfrentar el proceso judicial por el crimen. La otra es que el forense determine que cuando disparó ya tenía daño a nivel neuronal (a raíz de los piedrazos), por lo que debería ser declarado inimputable. Para esto, los expertos solicitaron varias medidas, cuyos resultados tardarán en llegar. “No es fácil determinarlo. Falta un montón”, dijo una fuente.

Así las cosas, por el momento Gatica no deberá presentarse a declarar ante la fiscal que investiga el crimen, Mónica Fernández Poblet.

La reconstrucción del crimen determinó que al momento del homicidio, Gatica y Cuello estaban solos. “Está prácticamente descartada la participación de una tercera persona”, aseguran.

Ahora desencadenar el momento de los hechos se presenta como una ecuación matemática. La bala que dio en la cara del menor, lo mató en el acto; por falta de manchas de sangre en la escena del crimen se determinó que Cuello falleció en el lugar donde estaba parado cuando recibió el balazo. O sea, si no hubo un tercer involucrado, Gatica debió recibir los piedrazos antes de disparar. Aunque aún faltan pruebas para corroborar esta teoría.

Bajo dos bandos agresores

El crimen se produjo el viernes cerca de las 11 en el barrio Ambrosio, de San Martín.

Gatica custodiaba junto con otros cuatro policías la zona cuando varios sujetos jóvenes se les acercaron y comenzaron a apedrearlos.

Según contaron las fuentes, en un momento el subcomisario y un compañero quedaron solos en medio de dos grupos que les tiraban piedras. Como Gatica no tenía su arma reglamentaria, tomó la 9 milímetros de su compañero mientras éste empuñaba una Ithaca.

Luego corrió, cruzó un puente (hecho a base de palos) que hay sobre un zanjón y ahí fue cuando se encontró con Cuello. Según sus compañeros, no alcanzaron a ver qué pasó en ese momento porque todos estaban del otro lado del zanjón.