Un policía le disparó en la cabeza a un joven y lo mató

Fue durante una pelea entre efectivos y vecinos del barrio Ambrosio. El subcomisario Marcelo Gatica, autor del disparo, recibió un piedrazo en la cabeza y quedó internado.

Un policía le disparó en la cabeza a un joven y lo mató
Un policía le disparó en la cabeza a un joven y lo mató

Tras un enfrentamiento entre policías y un grupo de jóvenes, un subcomisario mató de un balazo en la cabeza a un chico de 17 años. El uniformado en cuestión había recibido un piedrazo en la cabeza que se evalúa si le provocó una lesión cerebral.

El hecho ocurrió ayer a las 11 frente al barrio Ambrosio de San Martín, ubicado en la zona sur del departamento, a dos kilómetros del hospital Perrupato.

El policía señalado como autor del disparo fue identificado como Marcelo Gatica, un subcomisario que trabaja en la comisaria 12 de San Martín. En tanto, la víctima es un joven de 17 años que se llamaba Brian Cuello Castillo y que vivía en una finca cercana a dicho barrio.

Gatica estaba al mando de un grupo de cinco efectivos que formaban un puesto móvil sobre el carril Costa Canal Matriz. Según trascendió, en un momento determinado los jóvenes discutieron con los uniformados y luego comenzaron a tirarles piedras, en tanto que los policías respondieron la agresión con balas de goma.

Los jóvenes retrocedieron, cruzaron un puente peatonal, corrieron unos 150 metros y se refugiaron en una casa abandonada. Entonces, los policías los siguieron y, habría sido entonces cuando Cuello recibió un balazo en la cabeza que le produjo una muerte instantánea.

Lo que no está tan claro es si el subcomisario recibió un piedrazo en la cara y su respuesta fue disparar o bien si piedrazo y balazo fueron más o menos contemporáneos.

"La situación está verde, no se puede dar un pantallazo porque hasta el momento no se sabe cómo ocurrió exactamente el hecho", dijo un investigador del caso.


Internado y con custodia
Minutos más tarde, el subcomisario fue trasladado a la guardia del hospital Perrupato (donde se debió reforzar la vigilancia policial por temor a que el nosocomio fuera atacado por allegados a la víctima) y luego llevado a una clínica privada, donde se le realizó una tomografía. Tenía hematomas en varias partes de la cabeza.

Finalmente, fue trasladado al hospital Central, donde entró con traumatismo encefalocraneano con pérdida de conocimiento. Anoche, permanecía internado.

Según fuentes consultadas, el adelanto psiquiátrico indica que tiene "los ojos abiertos pero no responde a ningún estímulo ni tampoco puede hablar por lo que no se sabe si está en estado de shock o si tiene alguna lesión cerebral" por lo que se consideraba clave el resultado de la tomografía. En la puerta de su habitación quedó una consigna policial ya que está aprehendido, explicaron.

El caso fue tomado por la fiscal María Fernández Poblet, quien ordenó que los cinco policías que participaron de la trifulca quedaran incomunicados hasta que se les tomara declaración. Además les secuestraron las armas.


Pericias en el lugar
Tras el crimen, personal de Policía Científica llegó al lugar para peritar el cuerpo del joven asesinado, que tenía un disparo -no se sabe el calibre- en la parte anterior de la cabeza, mientras un grupo de policías de Cuerpos Especiales se apostó sobre el carril para evitar que los vecinos del barrio Ambrosio cruzaran el canal y fueran hacia el campo inculto donde estaba el cadáver del joven.

Además de la fiscal Fernández Poblet, llegó al lugar el comisario Juan Carlos Caleri, quien habló brevemente con los periodistas.

Hasta el cierre de esta edición el caso estaba caratulado como averiguación homicidio ya que ayer por la tarde recién empezaban a declarar los primeros policías.

Sin embargo el caso puede derivar en dos variables: en un homicidio agravado por el uso de arma y por ser un efectivo policial -lo que lo transformaría en un caso de "gatillo fácil- y otros apuntan a que podría ser caratulado como homicidio en exceso de legítima defensa, ya que el uniformado resultó herido.

Todo empezó por la inseguridad

El sábado pasado, a la noche, un grupo de 50 personas detuvo la marcha de un tren con la intención de asaltarlo, pero al darse cuenta que sólo llevaba ripio, terminó atacando casas y negocios de las primeras cuadras del barrio Ferrisi, ubicado junto a las vías, cerca del hospital Perrupato, en el oeste de San Martín.

El asunto terminó horas después, tras un largo enfrentamiento con la Policía, que reprimió con balas de goma y gases. Como saldo de las más de seis horas de vandalismo hubo destrozos, robos y un total de ocho personas detenidas, una de ellas menor de edad, que recuperaron la libertad el mismo domingo.

El miércoles los vecinos de los barrios Ferrisi, Santa Lucía, Uruguay y Ambrosio se reunieron con las autoridades departamentales y les pidieron más seguridad para la zona.

Ayer, por la mañana la Policía realizó algunos allanamientos y luego dejó un puesto de control caminero. Entre los seis uniformados estaba el subcomisario Marcelo Gatica, quien le disparó al joven Brian Cuello.

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