La arquitecta iraquí, recientemente fallecida en Miami, pertenece con sus diseños a la tendencia deconstructivista y al diseño paramétrico.
Zaha Hadid & Charlotte Olympia
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Cuando hablamos de deconstructivismo, hablamos de una de las tendencias que se desarrolla en la posmodernidad (momento en el que nos encontramos) y que tiene un soporte filosófico dado por Jacques Derridá. El mismo teoriza sobre la sociedad del momento, expresando a grandes rasgos que nos encontramos en una realidad tortuosa, ambivalente, con un alto grado de inestabilidad provocado por la sociedad de consumo, la globalización, las contiendas de base fundamentalista y en medio de eso el hombre buscando el camino, la puerta de salida, la luz como en la caverna de Platón.
Con este aporte desde la filosofía algunos arquitectos contemporáneos estudiosos de esta concepción dieron respuesta formal al lenguaje con una imagen arquitectónica particular que toma dos líneas: una de ellas, dentro de la línea conceptual y metodológica seguida por Daniel Libeskind, que ejecuta un deconstructivismo con una gran carga simbólica. En la otra línea, más artística y formal, nos encontramos con Frank Ghery con su obra prima el Museo Guggenheim en Bilbao, en donde se mezcla el simbolismo, el uso de materiales tecnológicos (titanio) con un espacio abrumador, complejo dado por su manejo particular de las formas cóncavo-convexas. La arquitecta protagonista de este artículo Zaha Hadid, desde los programas más avanzados de computación nos sorprendió y hoy su estudio de diseño sigue, con imágenes casi futuristas, punzantes, inestables, dramáticas, reflejando ruptura, fractura y desequilibrio, todos adjetivos llevados magistralmente a la arquitectura que caracterizan el mundo actual y que fueron analizados por el pensador Derridá.
La iraquí ganó el Premio Mies van der Rohe –el más importante en esa materia de la Unión Europea– y también el Nobel de la arquitectura, el premio Pritzker en el 2004. Interesada en explorar todos los campos del diseño, fundó hace unos años una marca de accesorios denominada “Zaha Hadid Design”, con la que desarrolló productos junto a reconocidas marcas como Chanel, Louis Vuitton o Donna Karan.
En noviembre pasado Zaha Hadid Design lanzó un calzado y una cartera para la marca británica Charlotte Olympia. Relacionados con las formas que desarrolla la obra arquitectónica de Hadid, las piezas forman una edición limitada que incorpora detalles transparentes de plexiglás, una resina sintética transparente, que da un aspecto de vidrio con formas fluidas y contundentes, propias de su etapa actual donde desarrolla el diseño paramétrico.
Hadid colaboró con Charlotte Dellal, diseñadora de Charlotte Olympia (que en 2008 abrió el primer negocio en Londres) y sus zapatos son confeccionados a mano con elementos de primera calidad en Italia. Sus diseños se caracterizan por la feminidad, el glamour y el aspecto de las antiguas estrellas de cine de Hollywood.
Sus altísimas plataformas retro y sus altos tacos con influencia pin up años '50 son su sello característico y su firma es una tela de araña, con un logotipo de oro en la suela). Esta colaboración comenzó en 2015, pero se vio interrumpida por la muerte de la arquitecta el año pasado. Pese a ello, la diseñadora siguió trabajando en el proyecto que finalmente ha conseguido imprimir, manteniendo intacto el estilo inicial que ambas pactaron y como un homenaje a la obra de Zaha.
La colección tiene un precio para los zapatos de 1.370 euros y para la cartera de 2.227 euros, en los que se ha cuidado al máximo el detalle, incluso en su packaging que son cajas negras con movedizas líneas en oro rosa. La colección puede adquirirse tanto online como en tiendas físicas de la firma.