El anuncio del nuevo Papa en el Vaticano no solo estuvo acompañado por la esperada fumata blanca, sino también por varias protagonistas que se robaron parte del momento: las gaviotas. Estas aves, que sobrevolaron la Plaza de San Pedro durante los dos días que duró el Cónclave, aparecieron incluso posadas en la chimenea de la Capilla Sixtina ante millones de espectadores en todo el mundo.
En principio, su presencia se tomó como una curiosa postal del momento, pero en realidad representa una situación que preocupa cada vez más en la ciudad de Roma. Las gaviotas ya no son solo visitantes fortuitas: se han convertido en una plaga urbana que afecta tanto a residentes como a turistas, con miles de ejemplares causando molestias e incluso ataques.
Estas aves, cuyo hábitat natural suele ser el mar, encontraron en la capital italiana un entorno ideal para asentarse. La costa está a unos 40 kilómetros, pero ellas no dudaron en avanzar tierra adentro, echando a otras especies y ganando terreno entre los edificios históricos y calles romanas.
Gaviotas virales en redes sociales
Durante el Cónclave, su imagen se viralizó rápidamente en redes sociales: se posaron junto a la chimenea de la Capilla Sixtina, observadas por la multitud que esperaba ansiosa el humo blanco. Incluso protagonizaron una avalancha de memes, donde se las mostraba con túnicas papales o vestidas de púrpura.
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Pero más allá de los meses, la presencia masiva de estas aves tiene un lado oscuro. Se estima que hay más de 40.000 gaviotas en Roma, muchas de las cuales se alimentan en los vertederos y calles donde abundan los restos de comida. En algunos casos, incluso atacan a otras especies como palomas o ratas.
Uno de los episodios más impactantes ocurrió en enero de 2024, cuando dos palomas liberadas por el papa Francisco desde el Palacio Apostólico fueron atacadas en pleno vuelo por una gaviota y un cuervo, ante miles de fieles presentes en la plaza.
Ataques y medidas preventivas
Los ataques a personas también son frecuentes. Según la asociación Earth, se registran más de 30 por semana, lo que motivó una intervención oficial por parte del Ayuntamiento de Roma, que destinó 4 millones de euros hasta 2026 para intentar controlar la población.
Entre las medidas preventivas, se aconseja cerrar balcones o terrazas con redes o vegetación alta, especialmente entre enero y febrero, cuando empieza la temporada de reproducción. Además, se recomienda mantener estos espacios limpios y en uso para evitar que las aves aniden allí.