Arqueología. El descubrimiento de 2400 años de antigüedad en El Salvador que revela secretos de una civilización perdida.
Foto: J. Przedwojewska-Szymaska / PASI
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Recientemente, arqueólogos descubrieron un fascinante hallazgo que remonta a los primeros siglos antes de Cristo en El Salvador. En un sitio arqueológico casi inexplorado, un conjunto de marionetas de arcilla de 2400 años de antigüedad emerge como un revelador descubrimiento que podría arrojar nueva luz sobre la arqueología y las civilizaciones mesoamericanas.
Estas figurillas, talladas con minuciosidad, parecen ser los antecesores de los modernos muñecos de juguete, pero con un toque único que las distingue.
Las cinco figurillas de Bolinas, tal como se les conoce, fueron encontradas en la cima de una pirámide en ruinas, en el yacimiento de San Isidro, un complejo de estructuras construidas mayormente de arcilla.
Las figuras más grandes miden alrededor de 30 centímetros, mientras que las más pequeñas rondan los 10 y 18 centímetros.
Estas marionetas, con bocas abiertas y cabezas desmontables, nos revelan una faceta olvidada de la antigüedad mesoamericana.
"Cuando las sostienes, a veces hasta dan miedo por sus expresiones tan vívidas", cuenta el arqueólogo Jan Szymaski a Science, refiriéndose a las emociones que las figurillas parecen transmitir al ser observadas desde diferentes ángulos.
Las figurillas halladas no solo representan figuras humanas, sino que muestran una técnica asombrosa para la época.
Cada una tiene pequeños orificios en el cuello y la cabeza, lo que indica que se les pasaba una cuerda para controlar sus movimientos, sugiriendo que actuaban como marionetas en rituales o recreaciones.
"Es como si fueran actores de arcilla, que se mueven e interactúan", describe Szymaski. La estructura de estas marionetas permite que su cabeza sea manipulada, un detalle que los investigadores creen que les daba una capacidad única de interactuar en ceremonias simbólicas, posiblemente recreando eventos históricos o mitológicos.
A pesar de la rica historia de los pueblos mesoamericanos, la historia de El Salvador antes de la llegada de los europeos es aún desconocida para muchos.
El país ha sufrido una serie de erupciones volcánicas y tiene una población densa, lo que ha dificultado las excavaciones.
Según Szymaski, "es difícil conocer las identidades y afiliaciones de los creadores de estos asentamientos antiguos". El descubrimiento de las figurillas de Bolinas marca solo el segundo hallazgo de este tipo en el sitio, lo que lo hace aún más significativo.
Este hallazgo es relevante no solo por las características de las figuras, sino también por las implicaciones que tiene para entender las interacciones culturales de los antiguos pueblos de la región.
Se sabe que figurillas similares se han encontrado en otros sitios, como Tak'alik Ab'aj en Guatemala, lo que sugiere que los pueblos de El Salvador podrían haber tenido la capacidad de intercambiar ideas con civilizaciones más distantes, como las de Nicaragua, Panamá y Costa Rica. Esto contradice la idea de que El Salvador estaba aislado o culturalmente atrasado en su época.
"Este hallazgo cambia la percepción de El Salvador en la antigüedad", comenta Szymaski, quien cree que revela la existencia de comunidades vibrantes y conectadas, capaces de intercambiar ideas y conocimientos con regiones alejadas.
Además, la presencia de una figurilla masculina con lo que parecen ser tatuajes faciales añade una capa más de misterio y simbolismo a estas figuras, las cuales, según los expertos, podrían haber jugado un papel clave en la representación de figuras políticas o de poder.