Una jubilada de 63 años cumplió su mayor anhelo: viajar por el mundo desde su casa. Compró un departamento de millones de dólares en un crucero para “vivir al máximo”.
Compró una casa adentro de un crucero y vive sobre el mar
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Viajar por el mundo sin perder la comodidad de un hogar es un sueño que a todo el mundo le gustaría vivir. Sin embargo, son muy pocas las personas que pueden permitirse tanto privilegio. En este caso, una mujer de 63 años decidió hacer de esta insólita idea una realidad: compró una casa dentro de un crucero.
Debra Kilgore tenía el deseo de conocer diversos lugares turísticos sin abandonar su casa. Por lo tanto, compró una propiedad dentro del crucero residencial MV Narrative, que le permite recorrer distintos destinos sin dejar de sentirse en su espacio personal.
Cabe mencionar que la mujer pasó por momentos difíciles a lo largo de su vida. En tanto, decidió aprovechar su jubilación de una menera diferente, “viviendo al máximo”, contó ella. Ahora, con su nueva vienda flotante, planea recorrer los océanos junto a su mascota y disfrutar un estilo de vida algo peculiar.
“Viviré alrededor del mundo”, dijo Kilgore en declaraciones al Daily Telegraph. Según informaron medios locales, se convirtió en una de las propietarias de los 530 departamentos que ofrece el barco. Las medidas específicas de lugar no fueron detalladas, pero se baraja de que varían entre 22 y 183 metros cuadrados.
Los residentes del crucero tienen acceso a distintos servicios y comodidades de lujo, como atención médica, restaurantes, actividades recreativas y un entro de bienestar. Aun así, estos beneficios no están incluidos en el precio de la vivienda, por lo que requería otro presupuesto adicional.
El costo de estas casas flotantes no es accesible para todos. Las unidades más pequeñas rondan el millón de dólares, mientras que las más lujosas superan los ocho millones. A cambio, sus propietarios podrán recorrer distintos destinos: desde el Mediterráneo hasta el Pacífico Sur o las Islas Galápagos.
"Lo que más me atrae es la experiencia de poder estar en constante movimiento. El océano es mi hogar", mencionó la jubilada de 63 años. También aclaró que se encuentra entusiasmada y confiada en la seguridad del crucero, que garantiza “una estadía tranquila en alta mar”.
