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El empleado de un zoológico chino, de apellido Wu, estaba con el tigre que había criado desde cachorro en una gran jaula de metal que se usaba para entrenar al animal, para presentaciones en circos. Pero el majestuoso felino se rebeló y empezó a atacarlo.
Wu trabajaba para el zoológico Fuzhou y había criado al tigre desde cachorro. El animal, se suponía que estaba acostumbrado a la interacción humana, y afirmaban que era inusualmente dócil.
Sin embargo, los testigos vieron cómo el animal permanecía parado frente al cuidador, ya sin vida, y sólo alcanzaron a llamar a la Policía.
Cuando los paramédicos llegaron hasta la víctima, ya no tenía señales de vida.
En tanto que desde el zoológico afirmaron que el animal solía actuar como 'subcontratado' para los visitantes en un circo de la provincia de Anhui, pero que antes del ataque hacía tiempo que se habían suspendido las presentaciones y los entrenamientos, pero se esperaba un papeleo más para mudar al animal de recinto.