El viejo campanario de adobe dejó de emitir sus intensos tañidos sobre la ciudad de Tunuyán en la década del '70. La vibración del sonido afectaba la estructura de la vieja iglesia, bastante deteriorada.
El viejo campanario de adobe dejó de emitir sus intensos tañidos sobre la ciudad de Tunuyán en la década del '70. La vibración del sonido afectaba la estructura de la vieja iglesia, bastante deteriorada.
Desde entonces y por cuatro décadas, la enorme campana de bronce limitó su caudal de voz al que permitía el reducido espacio de un patio parroquial. Y seis años atrás, dejó definitivamente de sonar.
Hoy, sus campanadas ganarán otra vez altura frente a la plaza, para largarse desde allí a recorrer las calles de Tunuyán. Fueron los vecinos, comerciantes y feligreses los que colaboraron, reunieron dinero y ofrecieron su trabajo para volver a escuchar este sonido tan típico y significativo para la comunidad.
El día en que las iglesias de todo el mundo celebran a su Madre María, la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Tunuyán lo hará de una manera especial.
Durante la misa de las 20, la comunidad dejará inaugurado -en el costado norte de la misma fachada del templo- el nuevo campanario que albergará desde ahora al centenario instrumento de bronce.
Su construcción comenzó en abril del año pasado y, aunque estaba planeada para terminarla en tres meses, distintas complicaciones llevaron a extender los plazos. Sólo la campana pesa 200 kilogramos y requirió de una estructura metálica resistente, de 800 kilos, para asegurar su sostén.
"Desde tiempos remotos, el sonido de las campanas en los pueblos tuvo una función prioritaria que era la de convocar, era el llamado a misa o a unirse en oración por algún motivo común", explicó el párroco Federico Kahr.
Este uso originario pondrá en práctica esta vieja campana, pero también volverán otros rituales de sonido eclesial . “El campanario es como parte de nuestra identidad”, mencionó Ricardo T., un vecino de este centro. El cura sostiene que fue la misma gente la que le pedía y preguntaba por el campanario.
“Apenas comenté la idea, los vecinos empezaron a aportar colaboraciones, a organizar rifas, locros y hasta ofrecieron la mano de obra para concretar este sueño. Fue un alivio, porque no quería pasar a la historia de Tunuyán como el cura que sacó la campana”, se ríe el padre Kahr.
El antiguo templo de Tunuyán, del que todavía se conserva una parte la fachada, fue construido por 1890. Años después, la comunidad levantó el campanario e instaló allí dos campanas, una grande y una chica, según muestran las fotografías de la época.
La más pequeña desapareció, no se sabe en qué período.
El campanario funcionó hasta la década del ‘70. Estudios arquitectónicos demostraron que las vibraciones que emitía afectaban al edificio de adobe, cuyo estado se había deteriorado fuertemente por los sismos.
En esa época, la comunidad decidió ubicar la campana en un patio interno, sobre una estructura provisoria que era como un arco de dos metros. Aunque muy limitado, desde allí se hizo oir hasta el 2012. Entonces, la parroquia necesitaba el patiecito para ampliar espacios y construir aulas para su escuela de catequesis. Entonces, demolieron la estructura y la campana quedó guardada.
Desde hoy, lucirá en lo alto de la nueva construcción. Es de líneas sencillas y desde el diseño hasta la iluminación, la construcción metálica, la pluma que se necesitó para subir la campana, etc. fueron realizado ad honorem por los vecinos.
En su frente, se luce una escultura de la Virgen del Carmen realizada en chapas de bronce por el artista plástico Luis Pablo Bataglia y fue la arquitecta Luján Álvarez la que requirió su trabajo.
De iglesias y campanarios
La mayoría cuenta con dos campanas con sonido distinto: grave y agudo. La manera de tocarlas depende, en gran medida, de la costumbre de cada pueblo o parroquia. Los más conocidos son:
-Al Ángelus: breve toque indicativas de las doce horas o mediodía. Recuerda el misterio de la Encarnación, destacando la figura de la Virgen María.
-A clamor (a muerto): toque muy lento que indicaba el paso de una carroza fúnebre o la muerte de alguien querido
-A gloria: volteo de todas las campanas y repique. La venida del Obispo, un nuevo Papa, alguna inauguración, una noticia buena y alegre…
-A las horas: toque muy lento para poder contar las horas.
-A maitines: toque normal de una sola campana. Era la oración del alba.
-A misa: En algunos pueblos existió y existe la costumbre de tocar 33 campanadas que recuerdan la edad de Jesucristo.
-A vísperas (oración del atardecer) Era una llamada a dar gracias al Cielo por la jornada terminada.
-A un enfermo grave o moribundo: toque lento de una campana mientras el sacerdote acompañado del Monaguillo que también va tocando una campanilla hasta llegar a la casa del enfermo en peligro de muerte.