Ya sea por amabilidad internalizada o por temor a la rebelión de las máquinas, muchas personas apelan a la amabilidad a la hora de utilizar modelos de inteligencia artificial como ChatGPT. La buena noticia es ver que la cortesía sigue siendo un valor para mucha gente, pero la mala es que ser cortés genera un gasto extra de energía y un costo de millones de dólares a las empresas.
Al menos eso dice Sam Altman, CEO de OpenAI, que sorprendió a la comunidad tecnológica al revelar que las simples expresiones de amabilidad como “por favor” y “gracias” a la hora de hacer pedidos en ChatGPT generan un gasto millonario para la compañía. “Decenas de millones de dólares bien gastados. Nunca se sabe”, escribió Altman en su cuenta de la red social X en respuesta a un usuario que preguntó cuánto dinero perdía la empresa en electricidad debido a la cortesía digital.
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Por qué la amabilidad consume energía
La forma en la que trabajan las plataformas de inteligencia artificial hacen que cada palabra introducida en un modelo de lenguaje como ChatGPT active complejos procesos computacionales para dar respuestas. Hacer un pedido incluye la interpretación del mensaje, el análisis de contexto y la generación de una respuesta coherente y adecuada. Por esta razón es que añadir expresiones de agradecimiento, por más sencillas que sean, suponen una carga de trabajo adicional para los servidores que alimentan la IA.
Una carga extra en el proceso significa un mayor consumo de energía y, en consecuencia, un costo extra para la empresa. Claramente el gasto de una persona siendo amable es bajo, pero cuando se suman el de millones de personas, los números se disparan.
Gasto que genera decir Por Favor y Gracias en ChatGPT
Gasto que genera decir "Por Favor" y "Gracias" en una inforgrafía que ha creado el propio ChatGPT
Imagen creada por IA
Estimaciones del grupo inveror Goldman Sachs afirman que una sola consulta a GPT-4 puede requerir hasta 2,9 vatios-hora de electricidad, una cifra significativamente superior a los 0,3 vatios-hora que consume una búsqueda en Google. Si se considera que OpenAI procesa más de mil millones de interacciones diarias, el consumo energético global podría superar fácilmente los 2,9 millones de kilovatios-hora diarios, lo que equivale al consumo de una pequeña ciudad.
El diario Washington Post también hizo un cálculo a futuro y ejemplificó diciendo que si 1 de cada 10 trabajadores estadounidenses usa GPT-4 una vez a la semana durante un año (lo que equivale a 52 consultas de 17 millones de personas), la energía necesaria sería comparable a la electricidad consumida por cada hogar en Washington, D.C., durante 20 días.
¿Vale la pena ser amable con una IA?
Pese al alto costo, Sam Altman no considera que se trate de un desperdicio. En declaraciones a medios, sostiene que ese gasto forma parte de una inversión para fomentar interacciones más humanas y naturales entre los usuarios y la inteligencia artificial.
No es el único que afirma esto. Investigaciones recientes, como la realizada por la Universidad de Cornell ,han demostrado que el uso de lenguaje amable en interacciones humanas promueve mayor cooperación, cumplimiento y efectividad comunicativa. Por eso se piensa que este principio podría extrapolarse a la interacción con la Inteligencia Artificial.
Pero ¿qué opina el propio ChatGPT sobre las expresiones de amabilidad? Al consultarle si es necesario hacer pedidos diciendo "por favor" y "Gracias" respondió: "No es necesario, pero siempre es bienvenido . No afecta cómo respondo, pero usar “por favor” y “gracias” crea un tono más amable y humano en la conversación. Si prefieres hablar de forma directa o más informal, está perfecto también. Yo me adapto a tu estilo".
No hay que olvidar que ChatGPT, como Gemini de Google, DeppSeek, Midjourney y otras tantas plataformas de IA, son máquinas que no necesitan más que una orden simple y clara para funcionar. Sin embargo, en su afán de que parezcan humanos, las empresas fueron entrenando los modelos de lenguaje para tener una conversación de forma más natural con estas máquinas y eso implica que nos surja espontáneamente pedirle "por favor" y dar "gracias", porque el costo extra es mucho más pequeño que la ganancia que obtienen.