Una masiva marcha en el Centro mendocino volvió a pedir memoria, verdad y justicia

El ensordecedor retumbar de los bombos y redoblantes, sumado a los cánticos de 10.000 manifestantes, contrastó ayer fuertemente en las calles céntricas con el silencio que las invadía hace 47 años, durante la última dictadura militar. Una masiva marcha reunió a los mendocinos que, en su mayoría congregados por agrupaciones políticas, sociales y sindicales, caminaron lenta pero incesantemente a Casa de Gobierno, donde honraron la memoria de quienes fueron desaparecidos, torturados y asesinados durante el último gobierno de facto, entre 1976 y 1983, y exigieron que nunca más haya presos políticos.

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La convocatoria desde las 18 en la esquina de San Martín y Garibaldi, de Ciudad, fue antecedida horas antes por cientos de manifestantes que se reunieron en la plaza San Martín, la misma que todos los jueves acompañó las marchas de la madres. A ellos se sumó una radio abierta montada en plena Peatonal.

Los más ansiosos ganaron el mítico cruce céntrico desde las 17 e hicieron sonar sus bombos, redoblantes y trompetas con diversos cánticos. Las columnas de las distintas agrupaciones se fueron sumando y ganando la avenida San Martín, convocadas por organismos de Derechos Humanos bajo el lema “A 47 años del golpe y 40 años de democracia: Memoria, Verdad y Justicia para defender la democracia”.

Minutos después de las 18, familiares de desaparecidos mendocinos durante la dictadora encabezaron la enorme columna y comenzaron a marchar hacia el Sur. Las fotos en blanco y negro de sus rostros, que durante años trataron de ser borrados, se convirtieron en los estandartes de sus familias. La agrupación Hijos los secundó en la fila y, detrás, las diferentes organizaciones. Luego doblaron por Colón hasta Patricias Mendocinas. A su paso distintas intervenciones artísticas, con danzas y música, coordinadas por el Movimiento Independiente Mendocino de músicos y hacedores afines, los acompañaron.

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Con banderas, carteles, pecheras y hasta sogas para contenerlos, cada agrupación llevó a sus militantes en un permanente desfile conformado por 10.000 asistentes, según calcularon autoridades policiales. En el medio, distintas consignas políticas se mezclaron con el resguardo de la memoria y hasta fueron replicadas con megáfonos y parlantes.

Cuando faltaban 10 minutos para las 19, una sentida representación teatral sorprendió a los manifestantes en las escalinatas del Palacio Judicial. La marcha continuó unos metros hasta la explanada de Casa de Gobierno, donde micrófonos y potentes parlantes habían sido dispuestos para que un puñado de oradores arengara la llegada de cada columna. Allí reanudaron el pedido de memoria, verdad y justicia, reivindicaron la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y exigieron que nunca más haya presos políticos en el país.