El proyecto, cuyo desarrollo comenzó en 2022, tendrá su inauguración en abril de 2025 y renueva al Obelisco como uno de los emblemas más importantes de Buenos Aires.
El Obelisco será iluminado de azul en el inicio simbólico de la Semana Azul 2025.
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Infobae Miles de porteños finalmente podrán llegar hasta la cima del Obelisco, uno de los íconos más representativos de la Ciudad de Buenos Aires. Lo harán gracias a la inauguración de un nuevo ascensor interno que permitirá el acceso a pocos escalones de la punta, en una iniciativa impulsada por el Gobierno porteño y concesionada a una empresa privada.
Este proyecto fue impulsado con la idea de no modificar la silueta externa del Obelisco, razón por la cual se optó por una estructura interna. La empresa Servas ganó la licitación por un monto de 188.890.400 pesos y se encargó de ejecutar una obra compleja desde lo logístico, ya que todo el equipamiento debió ingresar por la estrecha puerta del monumento. “No podíamos permitir que se obstruya la vista por fuera del Obelisco”, remarcó Juan Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano.
El nuevo ascensor llevará hasta el nivel 55, y desde allí habrá que subir 35 escalones para llegar a las míticas cuatro ventanas de la punta. También se construyó una escalera metálica interna como salida de emergencia.
Jorge Macri, actual Jefe de Gobierno, afirmó que esta incorporación “va a revalorizar uno de los símbolos porteños. El mirador panorámico es un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio”.
Por su parte, el ministro Ignacio Baistrocchi explicó que “todo el material se tuvo que ingresar por la puerta tradicional del Obelisco. Primero se diseñó la estructura, luego se armó en fábrica y después se trasladó en partes hasta el centro”. Durante mayo, en el marco del 89 aniversario del monumento, habrá visitas gratuitas con cupos limitados para vecinos. Valentín Díaz Gilligan, presidente del Ente de Turismo, detalló que “se va a poder acceder a una vista panorámica inigualable desde el punto más emblemático de Buenos Aires”.
Desde el interior, las vistas serán hacia Puerto Madero, el Río de la Plata, la Avenida Corrientes, el sur de la ciudad con el edificio del ex Ministerio de Obras Públicas —hoy de Capital Humano— y nuevamente el río con la 9 de Julio. Otra novedad será un sector con piso de vidrio en la entrada, desde donde podrá verse el subte pasando por debajo del Obelisco. Además, por primera vez desde su colocación original en 1936, se reemplazó el pararrayos, operación que demandó una grúa de gran porte y será donado al Buenos Aires Museo. El monumento también será pintado antes de su apertura al público.
Construido en solo 60 días para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la Ciudad, el Obelisco fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch y erigido por la empresa alemana G.E.O.P.E. Su emplazamiento marcó el lugar donde se izó por primera vez la bandera nacional en Buenos Aires, el 23 de agosto de 1812.
Desde su origen generó críticas por su estilo moderno y su costo económico. Incluso, en 1939 se intentó demolerlo, aunque la medida fue vetada. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en un emblema indiscutido. “Este Obelisco será, con el correr de los años, el documento más auténtico de este fasto glorioso”, dijo el entonces intendente Mariano de Vedia y Mitre en su inauguración.