Durante sus 12 años al frente de la Iglesia Católica, el papa Francisco, fallecido este 21 de abril a los 88 años, totalizó 47 viajes apostólicos por el mundo y visitó 66 países. Sin embargo, desde que se fue al Vaticano para el cónclave que en marzo de 2013 lo consagró como Sumo Pontífice, nunca volvió a Argentina. Por política, coyuntura social y, recientemente, por salud, la visita no pudo concretarse.
Lo más cerca que estuvo de nuestro país fue en Brasil (2013), Bolivia, Paraguay (2015) y Chile (2018). De hecho, la visita al país trasandino fue noticia por la cantidad de argentinos que cruzaron la cordillera para estar presentes en algo que no se veía desde la época de Juan Pablo II en 1987.
La visita del papa Francisco a Chile en 2018, la más cercana a Argentina
Entre el 15 y el 18 de enero de 2018, el papa Francisco hizo su visita apostólica a Chile, recorriendo las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique. Fue el segundo viaje de un pontífice al país tras la visita de Juan Pablo II en 1987. Pero, a pesar de la expectativa inicial y las multitudinarias misas y procesiones, el paso de Bergoglio estuvo marcado en Chile por una compleja coyuntura social y eclesial, con una Iglesia local profundamente cuestionada por escándalos de abusos sexuales y un creciente rechazo de la ciudadanía.
El papa Francisco durante su visita a Chile en 2018
El papa Francisco durante su visita a Chile en 2018
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Desde su llegada, el Papa enfrentó un ambiente tenso. El caso del obispo Juan Barros, acusado de encubrir los abusos del sacerdote Fernando Karadima, generó especial controversia.
La presencia de Barros en actos oficiales y las declaraciones iniciales del Papa, defendiendo al obispo y calificando las acusaciones como "calumnias", provocaron una fuerte indignación tanto en Chile como a nivel internacional.
La agenda del pontífice incluyó encuentros con autoridades, representantes de la sociedad civil y comunidades indígenas. En Santiago, además de misas multitudinaria, compartió una reunión protocolar con la entonces presidenta Michelle Bachelet.
Parque O'Higgins: la multitudinaria misa del papa Francisco durante su visita a Chile en 2018
Parque O'Higgins: la multitudinaria misa del papa Francisco durante su visita a Chile en 2018
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En Temuco, celebró una misa en el aeródromo de Maquehue, un lugar simbólico para el pueblo mapuche, donde abogó por la unidad y el respeto a las diferencias culturales.
En Iquique, ofició una misa en la playa de Lobito, destacando la importancia de la integración y la acogida a los migrantes. Francisco partió luego a Lima, Perú.
El papa Francisco a Brasil en 2013: 3 millones de personas en Copacabana
Brasil fue destino del primer viaje internacional como Sumo Pontífice en julio de 2013, apenas cuatro meses después de ser elegido.
Francisco participó de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Río de Janeiro. La visita, que se extendió del 22 al 28 de julio, marcó el inicio del perfil pastoral de quien fuera el primer Papa latinoamericano, centrado en la cercanía con los más humildes, el diálogo con los jóvenes y el llamado a una Iglesia "en salida".
El papa Francisco en Río de Janeiro, Brasil, por la Jornada Mundial de la Juventud en 2013
El papa Francisco en Río de Janeiro, Brasil, por la Jornada Mundial de la Juventud en 2013
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Durante su estadía, Francisco protagonizó momentos de alto simbolismo. En su primer día en Brasil, rompió el protocolo al recorrer las calles de Río en un vehículo simple y sin blindaje, generando escenas de entusiasmo, aunque también algunos riesgos de seguridad. Visitó favelas como la de Varginha, en la zona norte carioca, donde pronunció un mensaje directo contra la exclusión, la violencia y la indiferencia del Estado. Allí pidió "una cultura de la solidaridad" y llamó a los jóvenes a "no tener miedo de ir contracorriente".
El papa Francisco en Río de Janeiro, Brasil, por la Jornada Mundial de la Juventud en 2013
El papa Francisco en Río de Janeiro, Brasil, por la Jornada Mundial de la Juventud en 2013
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En sus múltiples discursos, el Papa insistió en que los jóvenes sean protagonistas del cambio social y espiritual. En la gran vigilia de oración y misa final en la playa de Copacabana —a la que asistieron más de 3 millones de personas—, instó a “hacer lío”, una frase que se volvió símbolo de su pontificado.