Trucos caseros pocos conocidos empiezan a ganar espacio en el hogar: el uso de sal gruesa para mantener el inodoro.
La incorporación de ciertos trucos caseros en las tareas cotidianas del hogar puede generar grandes beneficios en la rutina de limpieza. Uno de los métodos más comentados en redes sociales consiste en tirar sal gruesa por el inodoro. Este producto simple y económico tiene propiedades que ayudan a combatir varios problemas comunes en el baño.
La sal gruesa actúa como desinfectante natural y tiene la capacidad de descomponer residuos orgánicos que se acumulan en las cañerías.
Además, su textura permite arrastrar pequeñas partículas que provocan obstrucciones o generan mal olor.
Este tipo de sal también ayuda a reducir la humedad, lo que previene la formación de moho en zonas cercanas al inodoro o dentro de la taza si no se utiliza con frecuencia.
Entre las principales ventajas se destacan:
Neutraliza olores desagradables que surgen del sistema cloacal.
Disminuye la presencia de gérmenes y bacterias en el inodoro.
Sirve como preventivo de atascos menores en las cañerías.
Es una alternativa ecológica frente a productos químicos agresivos.
Además, al ser un ingrediente económico, permite mantener el baño en condiciones sin necesidad de gastar en productos industriales.
El procedimiento es muy simple:
Echar dos cucharadas de sal gruesa directamente dentro del inodoro.
Dejar actuar durante la noche, sin tirar la cadena.
A la mañana siguiente, vaciar el inodoro normalmente con el botón o palanca.
Repetir la operación una o dos veces por semana.
Para potenciar su efecto, algunas personas combinan la sal con un poco de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, aunque esto no es indispensable.
Se recomienda utilizar sal gruesa común, como la que se consigue en cualquier supermercado argentino. No es necesario que sea marina ni que esté tratada con aditivos.
Lo importante es que conserve su granulado fuerte, ya que esa textura contribuye al arrastre de residuos.
Sí. Puede aplicarse en sanitarios tradicionales, inodoros modernos o baños químicos, siempre que se permita el uso de productos sólidos.
No causa corrosión ni afecta los materiales del inodoro, lo que lo convierte en una opción segura para casi todos los casos.