Recicla los repasadores viejos y crea un objeto hermoso para tu día a día

¿Tenés repasadores viejos que ya no usás? Es el momento ideal para darles una segunda vida.

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Con un poco de creatividad, podés transformar esos repasadores desgastados en una maceta decorativa de estilo boho chic, perfecta para cualquier rincón de tu hogar.

Paso a paso para reutilizar repasadores en casa

Materiales necesarios

1 repasador viejo
Silicona líquida
1 pote pequeño de pintura (acrílica o efecto vitral)
Porcelana fría flexible
Sello de letras (opcional)
Puntilla o encaje
Pote o recipiente para usar como base
Taladro (si querés hacer drenaje en la maceta)

Paso a paso

Prepará los materiales y el espacio: Antes de empezar, asegurate de tener todo a mano y un lugar limpio donde trabajar. Lo primero que vas a hacer es limpiar bien el repasador. Si es de tela de rejilla, mejor. Eso le da un toque rústico ideal para el proyecto. Luego, fijate que no tenga suciedad ni manchas.
Recorta y limpia: Si el repasador tiene alguna esquina dañada, recortá las partes que ya no sirven. De esta forma, vas a tener una pieza más prolija para trabajar. Después, limpiá el recipiente que vas a usar como base (puede ser una lata, un pote o cualquier otro material que tengas en casa).
Pegá el repasador al recipiente: Ahora viene lo divertido: usá silicona líquida para pegar el repasador alrededor del recipiente. No te olvides de pegar bien las uniones para que quede firme y no se desarme. Lo ideal es hacerlo por partes, de a pocos, y asegurate de que no queden burbujas ni dobleces. El sobrante de repasador podés usarlo para decorar los bordes y darle un toque extra.

Opcional: hacé los agujeros para drenaje: Si decidiste hacer una maceta para plantas, es importante que tenga un sistema de drenaje. Usando un taladro, hacé unos pequeños agujeros en la base del recipiente para que el agua de la planta no se acumule. Así, tu planta se va a mantener más saludable.
Decorar con porcelana fría y pintura: Para darle un toque más personal, podés usar porcelana fría para hacer pequeños detalles decorativos. Si querés poner una palabra o una frase, usá un sello de letras para que quede bien prolijo. Además, podés pintar el exterior de la maceta con pintura acrílica, y luego darle un toque brillante con pintura de efecto vitral. Esto no solo va a hacer que tu proyecto sea único, sino que le va a dar un toque de color y luminosidad.
Complementos adicionales: A medida que vas armando tu diseño, no dudes en agregar puntilla o encaje alrededor de los bordes para que quede aún más estilizado. La idea es que le pongas tu impronta personal, es tu proyecto y podés hacerlo a tu gusto.

Listo para decorar: Una vez que todo esté seco, solo falta colocar el sustrato y la planta de tu elección en la maceta. Tenés una pieza decorativa única para poner en cualquier rincón de tu casa, ya sea en el living, en el balcón o en la cocina.

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