Con esta propuesta de reciclaje no solo hacés una deco original para Pascuas, sino que le das una segunda vida a lo que normalmente tiramos.
¿Querés sumar algo original a tu casa esta Semana Santa sin gastar plata? Aquí uno de esos trucos de reciclaje que la rompen: transformar una simple caja de pañuelitos en una canastita decorativa ideal para las Pascuas. Es fácil, económico, y además ayuda a cuidar el planeta mientras hacés algo lindo.
No hace falta ser un experto en manualidades para que esta idea te quede buenísima. Si tenés peques en casa, ¡mejor todavía! Es una actividad copada para hacer juntos durante el finde largo.
Lo mejor de todo es que usás cosas que probablemente ya tenés en tu casa, así que no hay excusas. Y sí, la caja de pañuelitos que pensabas tirar ahora puede tener una segunda vida... ¡con forma de conejito!
Tomá nota, esto es lo que vas a necesitar para armar tu cesta de Pascuas reciclada:
1 caja vacía de pañuelitos
Pintura blanca y pincel
Marcador negro o pintura negra
Ojos móviles
1 botón (para la nariz)
1 pomponcito o bolita de algodón
Cartulina blanca o de colores
Tijera y pegamento
Tip: si te faltan algunas cosas, podés reemplazar: el pompón puede ser un pedacito de algodón y las orejas pueden ser de papel común.
Pintá toda la caja de blanco. Dejala secar bien. Elegí una parte para que sea la “cara” del conejito.
En esa cara, pegá los ojos móviles, el botón como nariz, y dibujá la boca y los bigotes con marcador o pintura negra.
En el lado opuesto, pegá el pompón o algodón: eso va a ser la colita del conejo.
Hacé dos agujeritos (uno a cada lado de la caja) y pasá el limpiapipas de lado a lado, torciendo los extremos para que no se suelte. Eso va a ser el asa de la canastita.
Con la cartulina, recortá dos orejas. Doblá un poquito la base y pegalas arriba de la caja.
Y listo. Ya tenés una cesta decorativa de Pascuas hecha con tus propias manos, y lo mejor: sin generar más residuos.