Algunos dueños incluyen al yogur en la alimentación de sus perros y hay recomendaciones de especialistas sobre cuándo es seguro y cuándo no conviene hacerlo.
El yogur aporta calcio y proteínas, pero deberás estar atento a las cantidades al alimentar a tus perros.
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WEBMuchas personas buscan alternativas saludables para complementar la alimentación de sus perros y el yogur suele aparecer como una opción tentadora. Aunque parece un alimento simple y natural, no siempre es apropiado. Conocer qué tipo de yogur es apto y en qué cantidad puede evitar problemas y garantizar que la mascota esté segura.
Algunos animales pueden tolerarlo bien mientras que otros desarrollan molestias digestivas. Esto depende de factores individuales y del producto elegido. Por eso, debés saber qué recomiendan los especialistas y cuál es una buena elección para cada perro. La clave está en la moderación y en seleccionar variantes que no contengan ingredientes que puedan dañarlos.
Según los especialistas de American Kennel Club (AKC), los perros pueden consumir yogur natural sin azúcar ni edulcorantes artificiales en pequeñas cantidades.
El yogur contiene probióticos que favorecen la flora intestinal, pero no todos los animales lo digieren igual. Aquellos que son intolerantes a la lactosa podrían experimentar gases, diarrea o malestar.
Es recomendable que lo ofrezcas de manera ocasional y observar la reacción del perro. En ningún caso debe sustituir a su comida balanceada ni darse en exceso.
El yogur saborizado o con xilitol está totalmente contraindicado, ya que este edulcorante es tóxico para los perros incluso en pequeñas dosis.
Para un perro de tamaño mediano, una o dos cucharadas de yogur natural sin endulzar, una o dos veces por semana, son suficientes si no hay problemas digestivos. Las versiones bajas en grasa y sin aditivos son las más seguras.
Es recomendable que siempre consultes con un veterinario antes de incorporarlo de manera regular. Además, si el perro nunca consumió lácteos, conviene empezar con una mínima cantidad y controlar posibles síntomas. Así se asegura que el aporte sea beneficioso y no genere complicaciones innecesarias.
Alimentos como el yogur no son tóxicos en la alimentación de tu perro, pero podría generar malestares digestivos en tu mascota, ya que su cuerpo no está diseñado para digerir la lactosa. En ningún caso deberás sustituir a los alimentos probióticos o comidas que tu mascota siempre acepte.