El aceite de oliva, además de ser un alimento saludable y esencial en la dieta mediterránea, se destaca como un aliado eficaz en la limpieza del hogar. Se aplica directamente o combinado con otros ingredientes como café o bicarbonato, lo que sirve para nutrir, abrillantar, lubricar o desengrasar diferentes superficies.
Desde su uso milenario hasta las tendencias actuales impulsadas por usarios de TikTok e Instagram, su versatilidad se mantiene vigente. En cocinas, baños, muebles y distintos rincones del hogar, el aceite de oliva demuestra que su utilidad va mucho más allá de los fogones.
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El aceite de oliva puede ser un gran aliado para la limpieza del hogar.
La historia del aceite de oliva
Este ingrediente estrella de la gastronomía española, italiana, griega y portuguesa no solo brilla por su sabor y valor nutricional, sino por su historia: los estudios señalan que su cultivo comenzó alrededor del 4.000 a.C. en la antigua ciudad de Biblos, cerca del actual Líbano. Desde entonces, su uso se extendió desde Egipto hasta nuestros días, consolidándose como un símbolo de salud, tradición y, sorprendentemente, de limpieza.
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Ventajas y usos para renovar materiales
Hoy, su apodo de “oro líquido” adquiere un nuevo sentido. Su aplicación casera va desde lo estético hasta lo práctico.
- Puede eliminar rayones en muebles de madera al combinarse con café y aplicarse en forma de pasta.
- También rejuvenece cuero natural en bolsos, zapatos o chaquetas, aportando brillo y protección contra la humedad.
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Limpieza y trucos prácticos
- En tareas domésticas, actúa como lubricante en bisagras y cierres atascados, evita la oxidación de sartenes si se aplica tras la limpieza, y ayuda a remover grasa de estufas si se frota con un paño.
- En superficies de madera, les devuelve vida y color con solo pasar un trapo humedecido en aceite. Además, es un desengrasante útil para quitar manchas industriales, si se combina con sal y se frota sobre la superficie.
- También elimina manchas de pintura tanto en piel como en suelos, y restos de pegamento en frascos o manos.
Por último, el aceite de oliva recupera el brillo de metales opacos si se mezcla con bicarbonato. Este último truco se ha vuelto uno de los más valorados por quienes buscan soluciones naturales y efectivas en su hogar