En el amor, algunos signos del zodíaco repiten patrones sentimentales que los llevan a sufrir más de la cuenta. La astrología lo explica con claridad.
En el universo de los signos del zodíaco, ciertas características emocionales pueden determinar cómo se vive una relación amorosa. La astrología y el horóscopo revelan que hay signos con una gran tendencia a ilusionarse rápido, idealizar y confiar sin medir consecuencias. Esto muchas veces los lleva a enamorarse de quien no les conviene.
Cada signo tiene una forma particular de vincularse. Algunos son racionales, otros muy apasionados, y otros más bien dependientes del afecto externo.
El amor, en términos astrológicos, se ve influido por la posición de Venus, el elemento del signo (agua, fuego, aire o tierra), y también por la luna natal, que define las emociones.
Hay signos que, por su forma de sentir, caen en relaciones tóxicas o desiguales. Suelen confundirse entre el amor verdadero y la necesidad de ser queridos.
Esto se ve potenciado cuando tienen poca autoestima emocional o cuando su carta natal muestra aspectos tensos entre planetas relacionados con el afecto.
La astrología lo deja claro: Piscis es el signo que más tiende a enamorarse de personas que no le hacen bien.
Su naturaleza soñadora, su empatía desmedida y su deseo de salvar al otro lo empujan a idealizar a quienes en realidad no pueden darle lo que necesita.
Piscis se entrega sin filtro y muchas veces se aferra a la idea del amor, incluso cuando la realidad muestra todo lo contrario.
Muy cerca de Piscis aparece Cáncer, otro signo de agua, profundamente emocional y nostálgico.
Cáncer suele aferrarse al pasado, justificar actitudes hirientes por miedo a la soledad y creer que con amor todo se puede arreglar. Esta sensibilidad lo hace víctima de vínculos desequilibrados.
Sí. Signos como Libra, que busca el equilibrio, o Tauro, que valora la estabilidad, suelen tener relaciones más parejas. Aunque todo depende de muchos factores de la carta natal.
Lo importante es entender que cada signo tiene sus desafíos y sus potenciales, y que el amor también se aprende.